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Un guardabosques canadiense luchó y sobrevivió a un ataque de oso pardo,incluso después de que el animal se mordió la cabeza y le arrancó parte del cuero cabelludo. Jordan Carbery, de 50 años, estaba afuera de su casa en Bella Coola, Columbia Británica, a principios del martes pasado cuando notó algunos osos en un cerezo.
Uno de ellos se cayó y se estrelló contra el suelo, lo que llamó la atención de su madre protectora, que comenzó a correr hacia Carbery. "Ella tenía sus ojos fijos en mí y venía por mí", dijo Carbery a los medios desde su cama en el hospital.
Inmediatamente giré e intenté volver a la casa. De repente, me abordaron desde atrás y me enviaron volando. Parecía que dos jugadores de fútbol me estaban atacando, dijo a los medios tras el ataque.
El oso grizzly envolvió sus mandíbulas alrededor de la cabeza de Carbery y lo levantó con la boca, que es cuando una parte de su cuero cabelludo se rasgó y cayó al suelo, dijo.
La implacable bestia lo recogió nuevamente, esta vez junto a su muslo, y lo dejó caer al suelo, arriba y abajo, unas cuantas veces más.
Le di una patada en la cara tres veces al menos", recuerda Carbery, "y luego traté de golpearla en la cara en el hocico. Ella era como un boxeador de premio. Ella fue tan rápida.
Finalmente logró crear suficiente espacio entre él y el oso y corrió 40 pies hacia su casa. Como no tenía ningún servicio celular, Carbery se vio obligado a conducir hasta el hospital y pudo ver sus heridas en el espejo retrovisor. "Estaba cubierto de sangre", dijo.
"Lo que más me preocupaba era mi abdomen porque pensé que me había abierto, creía que me estaban saliendo las tripas". Carbery hizo el trayecto de 10 minutos hasta el hospital con un brazo sobre su barriga, diciéndose a sí mismo, "No se desmaye. No te desmayes".
Más tarde fue transferido al Hospital General de Vancouver y se sometió a una cirugía por una hernia umbilical, una condición en la que el intestino sobresale a través del músculo en el ombligo.
- Carbery ahora se está recuperando y dice que se siente "fanático y loco". "Tengo tanta suerte de estar vivo", dijo
Un guardabosques canadiense luchó y sobrevivió a un ataque de oso pardo,incluso después de que el animal se mordió la cabeza y le arrancó parte del cuero cabelludo. Jordan Carbery, de 50 años, estaba afuera de su casa en Bella Coola, Columbia Británica, a principios del martes pasado cuando notó algunos osos en un cerezo.
Uno de ellos se cayó y se estrelló contra el suelo, lo que llamó la atención de su madre protectora, que comenzó a correr hacia Carbery. "Ella tenía sus ojos fijos en mí y venía por mí", dijo Carbery a los medios desde su cama en el hospital.
Inmediatamente giré e intenté volver a la casa. De repente, me abordaron desde atrás y me enviaron volando. Parecía que dos jugadores de fútbol me estaban atacando, dijo a los medios tras el ataque.
El oso grizzly envolvió sus mandíbulas alrededor de la cabeza de Carbery y lo levantó con la boca, que es cuando una parte de su cuero cabelludo se rasgó y cayó al suelo, dijo.
La implacable bestia lo recogió nuevamente, esta vez junto a su muslo, y lo dejó caer al suelo, arriba y abajo, unas cuantas veces más.
Le di una patada en la cara tres veces al menos", recuerda Carbery, "y luego traté de golpearla en la cara en el hocico. Ella era como un boxeador de premio. Ella fue tan rápida.
Finalmente logró crear suficiente espacio entre él y el oso y corrió 40 pies hacia su casa. Como no tenía ningún servicio celular, Carbery se vio obligado a conducir hasta el hospital y pudo ver sus heridas en el espejo retrovisor. "Estaba cubierto de sangre", dijo.
"Lo que más me preocupaba era mi abdomen porque pensé que me había abierto, creía que me estaban saliendo las tripas". Carbery hizo el trayecto de 10 minutos hasta el hospital con un brazo sobre su barriga, diciéndose a sí mismo, "No se desmaye. No te desmayes".
Más tarde fue transferido al Hospital General de Vancouver y se sometió a una cirugía por una hernia umbilical, una condición en la que el intestino sobresale a través del músculo en el ombligo.
