Thiago, el niño que superó un cáncer poco común y se convirtió en superhéroe

23 agosto 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
Cuando tenía seis años Thiago Cornago, un niño argentino de la costeña Bahía Blanca, fue diagnosticado de un tumor cancerígeno. Después de entrar y salir del hospital, recibir quimioterapia y ser operado en el lejano Buenos Aires, Thiago se ha convertido en un superhéroe. Literalmente. Las aventuras de Súper-T, un comic en el que cuenta cómo venció a la “papa” que tenía en la “panza”, acaban de ver la luz. Su propósito es dar ánimo a otros niños que estén pasando por una experiencia como la suya porque como dice su personaje: “Todos podemos ser superhéroes”. Thiago ya lo es.
Neuroblastoma retroperitoneal. Esas fueron las palabras a las que tuvo que enfrentarse su familia en la consulta del médico hace dos años. Se trata de un tipo poco común de tumor canceroso que se desarrolla a partir del tejido nervioso. La mayoría empieza en el abdomen, cerca de la médula espinal o en el tórax. Supieron entonces cuál era la causa de los dolores de tripa que sufría el pequeño, en definitiva, y tal como se lo explicó su pediatra, la “papa” que sentía desde hacía tiempo Thiago en su “panza”. Y había que acabar con ella, de lo contrario, podría afectar a los huesos y la médula.

Thiago acaba de cumplir ocho años y esta semana firmó feliz los primeros ejemplares del cómic que protagoniza y que llegarán al Hospital de Bahía Blanca y al Hospital Italiano de Buenos Aires, donde recibió atención médica. Su objetivo es dar fortaleza a quienes tengan que enfrentarse a su situación. “Ahora quiero ayudar a otros chicos a ser superhéroes… y contarles todo lo que viví”, dice en el vídeo promocional. Pero ¿cómo un niño se convierte en superhéroe de cómic?“La primera vez cuando te dicen la noticia, es lo peor que te pueden decir, te shockea (sic) que le pase eso a un hijo…”, cuenta a EL PAÍS su madre Florencia Mazzuchelli. El diagnóstico fue en octubre de 2016 y al poco se trasladaron a Buenos Aires, a 700 kilómetros de distancia de su casa, para iniciar el tratamiento. Después de cuatro sesiones de quimioterapia, Thiago fue operado en febrero de 2017. “Fueron horas terribles”, recuerda en conversación telefónica. En su relato pasa de puntillas por esos momentos, de los que se repusieron porque “si uno está bien, él va a estar bien". Sacaron fuerzas para "estar lo mejor posible, alentándolo, ayudándolo y acompañándolo”. Y ese es el espíritu que han mantenido durante este proceso.

El superhéroe que se hizo real
Thiago Cornago vestido como Super T.
En una visita a mitad de tratamiento, su tía Melisa comparó su fortaleza con la de los superhéroes que tanto admira y le pidió que se dibujase como uno de ellos. A los días recibió una figurita del superhéroe en porcelana fría hecha por su tía y un traje como lo había diseñado: una camiseta de rayas roja y blanca (los colores de su equipo de fútbol River Plate), un antifaz blanco, un gorrito rojo y una capa. Y así surgió Súper T y la idea de compartir la historia de Thiago.

“Como a él le sirvió tanto verse como superhéroe y le decíamos ¡vamos Súper T! Pensamos qué podíamos hacer para ayudar a otros nenes puedan hacer su libro y contar su propia historia, por ahí surgió la idea de hacer el libro con caricaturas del muñeco”. Para lograrlo consiguieron la ayuda de la Fundación Ayuda-Le, que puso a su disposición a dos diseñadoras que dieron vida a Las aventuras de Súper T. A través de la plataforma Propagar Ideas hicieron una campaña para recolectar los 20.000 pesos (570 euros / 660 dólares) que necesitaban para imprimir los 1.000 ejemplares que distribuirán gratuitamente. Lograron recaudar 90.000 y van a donar el excedente a la fundación y al Hospital Italiano de Bahía Blanca en la parte de pediatría.

La idea es transmitir "que si bien uno sufre mucho cuando ve a un hijo pasar por una situación así, hay que estar fuertes para que ellos puedan llevarlo adelante y tratar de buscar otras cosas para que puedan pasar el tiempo y el día de mañana se olviden de todo lo malo y le queden esas cosas, como a Thiago esto de ser un superhéroe, creo que eso es lo que recordará".

El diario de una transformación
El cuaderno -que tituló Esa maldita papa- se llenó de sentimientos y anécdotas. El niño cuenta con naturalidad las etapas por las que va pasando, que acompaña de fotos, como la del día que le raparon el pelo antes de que se le cayera por completo y se hizo una foto sonriente con su padre con su nuevo aspecto en la que escribió con su letra infantil “Los dos pela(dos)” (los dos sin pelo). Fue en esos momentos difíciles en los que Thiago fue ganando los atributos de superhéroe, que quedan reflejados en el cómic.El libro “tiene textos cortos, pero cuentan lo mismo que vivió Thiago durante su estadía en Buenos Aires”. Se basa en un diario planteado como un libro de recortes, fotos y recuerdos sobre su experiencia que fue confeccionando con ayuda de su madre, maestra de educación infantil. Era una forma distendida de afrontar lo que iban a vivir. Un lugar donde expresar sus sentimientos y que recogiera también los momentos buenos que pasó con su madre; su padre, Sebastián, y su hermano pequeño, Juanse, en las excursiones que hicieron durante su estancia en Buenos Aires. En su tiempo libre, entre un tratamiento de quimio y otro, pudo conocer el campo de su querido equipo de fútbol Club Atlético River Plate, el Zoológico de Luján, el parque Centenario, el Museo de los Niños y el Cabildo.

En una página doble, Super T resume con la inocencia de un niño cómo fue su paso por el hospital, una etapa en la que dice puso a prueba sus “superpoderes”. Las ilustraciones muestran las distintas etapas, quimioterapia, tomografías, electrocardiogramas, pinchazos… todas las pruebas que superó, con la valentía de su personaje. También utiliza el humor y muestra cómo fue su “cambio de look” al perder el pelo tras la quimioterapia.
El cariño de su entorno lo representa como inyecciones de fuerza. También menciona que tuvo un gran aliado, su hermano Juan Sebastián, que aparece como un niño pequeño en el cómic, pero para quien creó un personaje, “Pequeño J”, caracterizado con un traje similar al suyo con capa, antifaz y gorro, pero en tonos blanco y verde, color de otro de sus superhéroes favoritos, Hulk.

Las últimas páginas del libro incluyen un espacio en blanco para que los niños se dibujen y cuenten cómo empezó su enfermedad, qué sintieron y quiénes son sus aliados en su lucha contra el cáncer. El libro finaliza con la viñeta de un teléfono rojo sonando con una nueva aventura para Super T. Completa la escena un misterioso “continuará…”, que deja abierta la puerta al futuro de Thiago, ese niño que fue diagnosticado con una grave enfermedad y que en el proceso de su curación se convirtió en superhéroe. 
Fuente El País
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