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Una inocente acción, terminó en una angustia para los padres, quienes trasladaron al pequeño a un hospital, donde afortunadamente se encuentra estable
Sin saber en lo que su “travesura” terminaría, un menor casi muere tras haber tomado una bala en su casa y al golpearla con un objeto de metal, detonó y afortunadamente el proyectil le rozó el abdomen.
El hecho ocurrió en el municipio de Kinchil, en Yucatán, este lunes alrededor de las 22:00 horas, en un predio de la calle 19 entre 20 y 22 del centro de la ciudad.
De acuerdo con el portal La i Sureste, el menor es nieto de un secretario municipal, con quien vive. Habría encontrado la munición que es usada por un rifle calibre 22, el cual presuntamente se encontraba en el sueño y la depositó en un rin de acero, empezó a darle de golpes hasta que el casquillo se calentó y estalló, pegándole cerca de una costilla.
Al percatarse sus padres de lo que pasó, lo auxiliaron y lo llevaron por sus propios medios al Seguro Social de la comunidad. Posteriormente dieron aviso a las autoridades, arribaron al lugar paramédicos de la SSP, así como personal de la Fiscalía para tomar conocimiento de lo ocurrido.
Por el momento el menor se encuentra fuera de peligro y está siendo atendido en un hospital de Mérida.
Una inocente acción, terminó en una angustia para los padres, quienes trasladaron al pequeño a un hospital, donde afortunadamente se encuentra estable
Sin saber en lo que su “travesura” terminaría, un menor casi muere tras haber tomado una bala en su casa y al golpearla con un objeto de metal, detonó y afortunadamente el proyectil le rozó el abdomen.
El hecho ocurrió en el municipio de Kinchil, en Yucatán, este lunes alrededor de las 22:00 horas, en un predio de la calle 19 entre 20 y 22 del centro de la ciudad.
De acuerdo con el portal La i Sureste, el menor es nieto de un secretario municipal, con quien vive. Habría encontrado la munición que es usada por un rifle calibre 22, el cual presuntamente se encontraba en el sueño y la depositó en un rin de acero, empezó a darle de golpes hasta que el casquillo se calentó y estalló, pegándole cerca de una costilla.
Al percatarse sus padres de lo que pasó, lo auxiliaron y lo llevaron por sus propios medios al Seguro Social de la comunidad. Posteriormente dieron aviso a las autoridades, arribaron al lugar paramédicos de la SSP, así como personal de la Fiscalía para tomar conocimiento de lo ocurrido.
Por el momento el menor se encuentra fuera de peligro y está siendo atendido en un hospital de Mérida.