Desde este martes sólo podrán asistir a la escuela los
niños que tengan el cuadro básico de vacunas, informaron autoridades italianas.
De acuerdo con la agencia Notimex, también se indicó que los
padres que no tengan un certificado de vacunación corren el riesgo de pagar una
multa.
Los alumnos deben presentar el certificado de vacunas, de lo
contrario no serán admitidos a partir de este martes en los planteles
educativos, y los padres corren el riesgo de pagar una multa que va de 100
euros a 500 euros (unos 560 dólares).
Según las disposiciones de las autoridades de Salud las
vacunas obligatorias, que son gratuitas, incluye a toda la población que va de
cero a 16 años y son: anti-polio; difteria; tétanos; anti-hepatitis B;
tosferina; anti-Haemophilus influenzae tipo B; sarampión; rubéola; paperas;
varicela.
Las primeras seis son obligatorias, mientras que para el
sarampión, rubéola, paperas y varicela sólo será obligatoria hasta 2020 y se
someterán a una verificación cada tres años para evaluar la meta de cobertura
que es del 95 por ciento.
Las vacunas también son obligatorias para los alumnos de
primaria y secundaria, sin embargo no es un requisito necesario para la
admisión.
Por lo tanto, de cero a seis años, los niños no vacunados no
tendrán acceso a la escuela; pero de seis a 16 años pueden asistir.
Las autoridades de salud local recomendarán otras vacunas,
que también serán gratis, como: anti-meningococcus C y B, anti-rotavirus y
anti-pneumococcus. Estas vacunas se ofrecen según las indicaciones del
calendario de vacunación para el año de nacimiento.
Mientras se pone en marcha esta medida, en el Parlamento
italiano se discute una iniciativa de ley presentada por el Movimiento 5
Estrellas y La Liga sobre el mecanismo de “obligación flexible”, es decir, que
será obligatorio vacunarse sólo en caso de emergencia sanitaria.
La ministra de Salud, Giulia Grillo, indicó al respecto que
la nueva ley no será "un acto de urgencia, sino una legislación marco
basada en los datos epidemiológicos del plan nacional de prevención de la
vacunación. El uso de la obligación es un hecho político”, no científico, dijo.