El director Ladj Ly, que empieza a ser conocido como el
"Spike Lee francés", aporta su mirada sobre la juventud encolerizada
en el Festival de Cannes.
"Todo lo que hay en esta película está basado en
vivencias personales", explica Ly, de 39 años, refiriéndose a su primer
largometraje, "Los miserables", presentado ayer en competencia por la
Palma de Oro.
Para Ly, el suburbio a las afueras de París en el que vive
es su plató: Montfermeil, cerca de Clichy-sous-Bois, mecha de la revuelta
urbana que estalló en 2005 en Francia, después de que dos adolescentes murieran
electrocutados huyendo de la policía.
Esta ola de violencia, con un trasfondo de pobreza y
desempleo, y sin parangón desde mayo de 1968 en el país, fue lo primero que
este autodidacta, hijo de padres malienses, empezó a filmar.
Para este largometraje, "durante cinco años, filmé todo lo que pasaba en el barrio, sobre todo a los policías. A la que llegaban, tomaba mi cámara y los grababa, hasta el día en que filmé un verdadero enfrentamiento" a raíz de un pequeño león robado de un circo gitano, explica Ly en el dosier de prensa de la película.