La defensa
del actor mexicano Pablo Lyle, acusado de homicidio involuntario por la muerte
de un hombre al que golpeó en una discusión de tráfico en Miami, solicitó ayer
a la Fiscalía información médica de la víctima durante una audiencia en una
corte de Miami-Dade.
Sin la
presencia del actor, ambas partes abordaron junto con el juez Alan Fine la
moción de los abogados encaminada a recolectar la mayor cantidad de información
sobre la víctima, su comportamiento y posibles problemas con el alcohol en su
estrategia de acogerse a una ley de defensa propia en Florida.
Alejandro
Sola, uno de los abogados del actor, dijo que solicitaron muestras
toxicológicas del cubano Juan Ricardo Hernández para determinar, entre otras
cosas, si tienen validez las versiones de que la víctima tenía “problemas con
el alcohol”.
Precisó que
buscan aclarar si Hernández, de 63 años, estaba bajo la influencia del alcohol
o drogas cuando se aproximó al vehículo en que Lyle iba de pasajero el pasado
31 de marzo cuando se presentó la disputa.
En ese
sentido la defensa aseguró que persistirán ante el juez Fine en amparar a su
cliente en la ley “Stand Your Ground” (Quédate donde estás) para anular el
caso.
La ley,
vigente desde 2005 en el Estado de Florida, permite a una persona que considere
que está en riesgo de morir o sufrir daño físico grave el uso de una “fuerza
mortal” simplemente permaneciendo en donde está, es decir, sin tratar de huir
del peligro.
La próxima
audiencia está programada para el próximo 22 de agosto, cuando la Fiscalía
deberá entregar a la defensa las pruebas solicitadas, entre ellas, según Sola,
información médica que removió la parte acusadora.
El actor de
32 años, conocido por su actuación en telenovelas como “Mi adorable maldición”,
cumple arresto domiciliario en Miami a la espera del juicio por la muerte de
Hernández.
Según un
video de las cámaras de seguridad, Lyle golpeó y dejó inconsciente en la calle
a Hernández, quien murió el 4 de abril en el hospital al que fue llevado
después del altercado.
Sola ha
insistido que Hernández mostró una actitud “agresiva” e intentó “entrar al
vehículo donde estaba Pablo con sus hijos”.
En caso de
que el juez Fine decida el 22 de agosto que Lyle actuó en defensa propia, el caso
quedaría cerrado, explicó.
En caso
contrario, se iría a un juicio con jurado en el que los abogados del actor
mantendrían su estrategia de que el mexicano actuó para protegerse a sí mismo y
su familia.
Todo inició
un domingo
Lyle fue
detenido el 31 de marzo poco después de los hechos y quedó en un primer momento
en libertad condicional con una fianza de cinco mil dólares, pero posteriormente fue acusado de
homicidio involuntario, cargo del que se declaró no culpable el pasado 1 de
mayo.
Desde el
pasado 9 de abril cumple arresto en casa de un familiar. El juez Fine le retiró
el pasaporte.
Un informe
forense del condado de Miami-Dade difundido el 10 de abril reveló que Hernández
murió a raíz de “complicaciones por trauma contundente en la cabeza”.
El escrito
del médico forense indicó “homicidio” como probable causa de la muerte, pero la
defensa alega que el actor “no tuvo intención de matar a nadie”.
Lyle iba
camino del aeropuerto de Miami en un vehículo manejado por su cuñado, Lucas
Delfino, cuando se cruzaron con el automóvil manejado por Hernández, quien en
un semáforo se bajó de su automóvil para recriminar a Delfino por una maniobra
al volante.
En medio de esa discusión, Lyle salió del carro y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo a las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante.
Informador.