Ante la ausencia de una política de salud ambiental en
México, expertos en la materia sostuvieron la Reunión de Alto Nivel “Vivir en
un Mundo Químico”, con el objetivo de trabajar de manera coordinada en el
desarrollo de iniciativas orientadas a proteger la salud de la población y
preservar los ecosistemas.
En este marco, María Elena Álvarez Buylla, directora general
del Conacyt, alertó que en una tercera parte de las tortillas de
maíz que se consumen en México está presente el glifosato,
que es un agrotóxico nocivo para la salud, considerado un agente
teratógeno y cancerígeno, que se emplea en los cultivos transgénicos,
publicó Excélsior.
Destacó que los problemas de salud son un reflejo de
los desequilibrios ambientales profundos que enfrentan México y el mundo. Por
tal motivo, exhortó a las dependencias de gobierno a separar las políticas
científicas y tecnológicas de los intereses corporativos.
Lamentó que, en administraciones pasadas, se haya ocultado a
la población la información y las evidencias científicas sobre los efectos
nocivos de los tóxicos en la salud humana y el ambiente.
Expuso que a través de varios Programas Nacionales Estratégicos
(ProNacEs), sobre Desarrollo Industrial y Toxicidades, Cuencas de Agua y Salud
Ambiental, el Conacyt articulará capacidades interinstitucionales y
multisectoriales para reducir en México la exposición a agentes tóxicos.
Y subrayó que en las últimas décadas el tema de la salud
ambiental permaneció eliminado de las políticas públicas, por lo que el
panorama en la materia es complicado, “con tremenda contaminación del aire,
cielo y agua, con sus consecuencias negativas en la salud humana”.
En la sede de la Academia Nacional de Medicina, Juan
Rivera Dommarco, director general del Instituto Nacional de Salud Pública
(INSP), destacó la importancia de que el Gobierno de México pueda implementar
una política nacional de protección a la salud y a los ecosistemas, para
mitigar los efectos de la contaminación en la población, incluyendo las
consecuencias nocivas que produce la exposición y el consumo de sustancias
tóxicas presentes en los alimentos por la utilización de plaguicidas o
aditivos.
Fuente: Excélsior