El henequén yucateco está en “la mira” de China, por el interés del país asiático en desarrollar productos más amigables con el medio ambiente.
Así, debido a la resistencia de la fibra natural de este agave, hay compradores rondando los cultivos locales y pactando acuerdos para afianzar la compra de la producción.
Dada la importancia del mercado comercial que representa el país asiático, las Secretarías de Desarrollo Rural (Seder), y de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet) se han involucrado para diseñar estrategias que permitan ampliar la superficie de cultivo.
Lo anterior, debido a que la producción actual no es suficiente para atender la demanda.
Por eso, existe un alto interés por consolidar esos acuerdos de beneficio mutuo para el comparador y el vendedor, y lograr la reactivación de la producción del henequén.
El titular de la Sefoet, Ernesto Herrera Novelo, precisó que han llegado a la entidad personas de China e incluso de países de Europa para comprar fibra en cantidades muy importantes.
Sin embargo, la capacidad de producción está un poco limitada y por eso, el Gobierno del Estado y la iniciativa privada están trabajando juntos para incentivar su cultivo y producción.
Hoy la entidad apoya a cuatro mil pequeños productores que van a sembrar igual número de hectáreas.
La planta es procesada en una de las desfibradoras que tenemos en el Estado, lo cual también permitirá reactivar a esta procesadora.
Una empresa yucateca será la encargada de hacer las exportaciones a los mercados de Europa y Asía, así como para una conocida marca de automóviles, cuyos tableros están hechos de fibra natural.
El centro de acopio se ubicará en los alrededores de Motul y se pondrá una planta. Además, se iniciará con la exportación de cuatro mil toneladas anuales para cerrar este sexenio con entre 20 o 25 hectáreas de producción de henequén.
Por su parte la Seder apoya la siembra de las primeras cuatro mil hectáreas de henequén y la iniciativa privada invertirá en este rubro para la operación de una planta cercana a la ciudad de Motul, buscando la reactivación de esta industria.
Ropa
Cabe señalar que además unas cinco mil personas se dedican a la elaboración de bolsas, zapatos, joyeros, carteras, decoración y artesanías con fibra de henequén en unas 40 cooperativas y cinco talleres, que mantienen vigentes técnicas heredadas de generación en generación, manifestó Cristina Dzul, artesana de Xochel.
“El proceso inicia con la limpieza del henequén, después hay que sancocharlo, es decir, cocerlo en agua, después ponerlo a secar, posteriormente pintarlo, que es la parte más difícil, para después iniciar con la transformación de la fibra en artículos”, relató.
Agregó que iniciaron con productos que eran 100 por ciento de fibra de henequén, pero ante la gran demanda, así como por las tendencias, pues se han incluido otros materiales para tener una mayor variedad de productos para ofrecer en el mercado.
La artesana explicó que a mediados del siglo XX el ramo henequenero era una industria muy rica, muy poderosa, era la primera economía de Yucatán; había mucha ganancia, pero para pocos.
Los mayas la nombraron “ki” y la cultivaban para la elaboración de sogas y cordeles; a finales del siglo XIX se intensificó su cultivo en grandes haciendas que destinaban extensas porciones de tierra.
Vía Sipse
