El gobierno de Baja California autorizó la reapertura de empresas a partir del próximo lunes, en medio de la semana crítica por el pico de contagios de coronavirus.
El secretario de Economía Sustentable y Turismo (SEST), Mario Escobedo Carignan, informó que más de 40,000 trabajadores podrán regresar a sus empresas en próximos días, luego de que el gobierno estatal autorice la reapertura de las mismas.
Durante una videoconferencia encabezada por el gobernador Jaime Bonilla Valdez, el funcionario dijo que verificarán que sólo las empresas que tengan una actividad esencial sean las que puedan estar operando y que los demás empleados “todos a casa, todos a cuidarnos”.
Recordemos que algunas empresas fueron suspendidas por autoridades estatales y otras pararon operaciones por decisión propia, al no considerarse esenciales, como lo establece el Acuerdo de Emergencia Sanitaria por Fuerza Mayor del Consejo de Salubridad General; sin embargo, tras un análisis de esas empresas que cerraron por decisión propia, encontramos que son proveedores de empresas que si son esenciales
Señaló que la reanudación de la reactivación de compañías que sean esenciales será con apego al protocolo sanitario. Puntualizó que son alrededor de 100 empresas las que podrán reanudar sus actividades.
Y en conjunto dan un universo laboral de 100,000 empleos; sin embargo, será menos del 40% quienes regresen a sus labores con normalidad, el otro 60% de la planta de personal, permanece en casa con salario completo, tal como ha especificado el gobierno federal, para no afectar la economía de sus respectivas familias
Además, afirmó que son la entidad con el Fondo Estatal de Garantías más amplio, con mayores recursos en todo el país, debido a la austeridad instruida por el gobernador, con alrededor de 1,600 millones de pesos para las empresas, micro, pequeñas y medianas, con cuatro a seis meses de gracia.
Por su parte, representantes de trabajadores y activistas sociales protestaron en el Centro Cívico de Mexicali por la decisión del gobierno de Baja California de autorizar la reapertura de unas 35 maquiladoras a partir del lunes 4 de mayo, justo en la fase crítica del COVID-19.
Los manifestantes exigieron a la Federación filtros sanitarios en la frontera con California, antes de que se colapse el sistema de salud de esa entidad mexicana.
Ignacio Gastélum, maestro integrante del movimiento de Resistencias Unidas, se pronunció porque los trabajadores se queden en sus casas hasta controlar la pandemia y criticó la reapertura de las empresas manufactureras con el pretexto de formar parte de la cadena de suministro de insumos de productos esenciales.
En un manifiesto, el Congreso del Trabajo, los Comités de las colonias Independencia y Cerro Prieto 2, Diálogo de Trabajadores y Jóvenes y la comunidad Baja California Resiste, acusaron a los empresarios, en particular a los propietarios de las maquiladoras, de resistirse a dejar que sus trabajadores respeten la cuarentena, a pesar de la inminencia del pico de la epidemia.
En especial las fábricas que producen para empresas estadunidenses con el argumento de que son esenciales para mantener las cadenas de valor. Para ellos primero es la ganancia y no la vida de las y los trabajadores, señala el texto.
Apuntaron que el gobernador Jaime Bonilla y el secretario de Economía Sustentable, Mario Escobedo, “tomaron una decisión criminal al permitir la reactivación de al menos 35 compañías, con el argumento de que los trabajadores están más seguros dentro de las empresas.
Carlos Maya Quevedo, presidente del Congreso del Trabajo y dirigente del Sindicato Único de Trabajadores del Issstecali, recordó que hace dos meses Estados Unidos cerró sus fronteras a los turistas y sólo permite el paso por las garitas internacionales por cuestiones de trabajo y salud.
Advirtió que aún es tiempo de instalar filtros sanitarios, pues Baja California está en la fase crítica de la pandemia y se ubica en los primeros lugares de muertes y contagios de COVID-19.
En los 190 kilómetros de frontera de México con California hay seis garitas internacionales en las que solo se permite el acceso a ciudadanos estadunidenses residentes en California o a turistas en casos especiales y justificados. Incluso las operaciones nocturnas de tres garitas están cerradas. Pero hacia Baja California los puertos fronterizos están abiertos.