Un trabajo periodístico del The New York Times criticó la falta de perspectiva de género en la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el reportaje titulado “En México el presidente dice que la mayoría de las llamadas de violencia doméstica son falsas” de la periodista Natalie Kitroeff hace un recuento de las distintas declaraciones del jefe del ejecutivo federal, así como una exposición de datos acumulados durante su gestión que revelan una política ineficaz contra la violencia y discriminación ejercida hacia la mujer.
Con una llegada notable al poder, en donde la titularidad de varias secretarías estaba a cargo de mujeres: Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía (Sener); Luisa Alcalde, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS); Graciela Márquez, de la Secretaría de Economía (SE); Olga Sánchez Cordero, de la Secretaría de Gobernación (Segob); Irma Eréndira Sandoval, de la Secretaría de la Función Pública (SFP); María Luisa Albores, titular de la Secretaría del Bienestar; AMLO impulsó una impresión incluyente en su forma de hacer política. Sin embargo, los resultados hasta el momento dicen otra cosa.
El ejemplo más reciente que ofrece Kitroeff es la nula visibilización de la violencia contra mujeres, después de que el registro de llamadas de emergencia referente a violencia intrafamiliar en agravio al sexo femenino se incrementara durante el periodo de la cuarentena, AMLO se pronunció así:
“No quiero decir que no exista la violencia contra las mujeres, no quiero que me vayan a malinterpretar. El 90% de las llamadas que se registran por violencia contra las mujeres son falsas”, declaró el mandatario. Incluso mencionó que eso “está demostrado”, pero no dio más detalles para explicar tal afirmación durante la conferencia matutina celebrada el 15 de mayo en Palacio Nacional, “Esto no es por tratarse con llamadas que tengan que ver con el maltrato a las mujeres. Lo mismo sucede en las llamadas que recibe el metro sobre sabotajes, sobre bombas”, abundó el presidente.
Asimismo, la periodista recordó las respuestas del mandatario ante los cuestionamientos de los crímenes de odio contra ellas, en dónde AMLO culpó a las políticas neoliberales que dañaron durante décadas el tejido social, a los políticos conservadores que buscan atacarlo a la menor provocación y detalló que muchos medios tergiversan la información para ganar auditorio.
“Se ha manipulado mucho sobre este asunto en los medios [...] los conservadores se disfrazan de feministas, muy raro, porque vieron que era la posibilidad de atacarnos”, declaró en conferencia de prensa.
Este tipo de aseveraciones ha sacado a la luz nuevas voces disidentes del político de izquierda mexicano, como Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios, quien aseguró que “es el primer presidente que, de plano, niega que hay situaciones de violencia”.
También enunció la nueva campaña federal de “no pierdas la paciencia, respira y cuenta hasta diez”, que tiene como objetivo concientizar a las familias que sufren de violencia por parte de alguno de sus miembros; sin embargo, ésta no va acompañada de una medida judicial que empodere a las víctimas.
Respecto a esto, Martha Tagle, detractora del gobierno de la cuarta transformación de la vida política de México, dijo que la campaña “pretende ubicar la responsabilidad de la violencia contra las mujeres en las propias mujeres”.
“Uno de los vídeos presentaba a familiares enojados que se calmaban después de que un narrador sugería agitar ‘la bandera blanca de la paz’ antes de que ‘la violencia se apodere de ti’”, señala Natalie Kitroeff a modo de crítica.
En un mundo político de claroscuros, Marta Lamas, una de las voces feministas más notables de México dijo que no le gustan “las declaraciones de López Obrador con respecto a las mujeres, pero él le está dejando total libertad a las feministas para que hagan una política feminista”. Es decir, que por un lado, el discurso político de AMLO no está a la altura del problema; sin embargo, reconoce la autonomía política de las mujeres y las deja trabajar en materia de derechos y equidad.
Otra voz que colecta la pieza periodística del NYT es la de Candelaria Ochoa, directora de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, quien cerró este trabajo y opinó respecto al mandatario de la siguiente manera:
“El presidente no sabe todo ni tiene por qué saberlo, pero ha delegado en las especialistas y los especialistas los temas que deben manejar [...] Yo soy feminista, me asumo feminista y el presidente sabe perfectamente que la política que estoy desarrollando es contra la violencia hacia las mujeres”.