Luego que Reino Unido, Estados Unidos y Canadá acusaran a
Rusia de de estar detrás de ciberataques contra instituciones de investigación
académicas y farmacéuticas, que tratan de crear una vacuna contra el
coronavirus, el Kremlin negó rotundamente la acusación y dijo no saber de dónde
pueden llegar los ataques.
"No disponemos de ninguna información sobre quién
podría haber atacado a empresas farmacéuticas y centros de investigación en el
Reino Unido", señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, según la
agencia oficial TASS.
"Podemos decir solo una cosa: Rusia no tiene nada que
ver con estos intentos. No aceptamos estas acusaciones, como tampoco
(aceptamos) las acusaciones sin fundamento sobre interferencias en las
elecciones de 2019" en el Reino Unido, agregó.
El Centro de Ciberseguridad Nacional del Reino Unido (NCSC)
alertó hoy de que presuntos piratas informáticos vinculados con agencias de
inteligencia rusas tienen como objetivo de sus ataques a científicos británicos
que trabajan en el desarrollo de una posible vacuna contra el virus.
En un comunicado conjunto con la agencia de seguridad
nacional de Estados Unidos y la autoridad canadiense de ciberseguridad
(Canadian Communication Security Establishment), el NCSC indicó que los ataques
contra científicos británicos forman parte de una campaña global del grupo
APT29, que busca usurpar los secretos de la búsqueda de la vacuna.
APT29, también conocido como "The Dukes" o
"Cozy Bear", es un grupo de piratas informáticos que ha sido
vinculado con la inteligencia rusa.
El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, pidió el
final de estos ciberataques "irresponsables" por parte de los
servicios de inteligencia rusos, "que han estado recogiendo información
sobre desarrollo e investigación de la vacuna contra el coronavirus".
"Es completamente inaceptable que los servicios de
inteligencia rusos tengan como objetivo a aquellos que trabajan para combatir
la pandemia de coronavirus", apuntó.