Astrazeneca y Moderna, las empresas biotecnológicas líderes
en la carrera global para encontrar una vacuna contra el COVID-19, confían
tener el antídoto en septiembre, al comparecer ante la Subcomisión de
Supervisión e Investigaciones de la Comisión de Energía y Comercio de la Cámara
de Representantes de Estados Unidos.
Mene Pangalos, vicepresidente ejecutivo de investigación y
desarrollo de biofarmacéuticos de AstraZeneca, señaló que podría estar
disponible “en cualquier momento a partir de septiembre”, si todo sale bien en
los ensayos clínicos.
En cambio, Stephen Hoge, presidente de Moderna, indicó que
“esperamos que en el otoño o al final del año tengamos que presentar datos a la
Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) para
aprobar la vacuna”.
“También esperamos tener en ese momento millones de dosis de
vacuna disponibles”, señaló.
John Young, director comercial de Pfizer, dijo que “tenemos
una línea de visión y un camino clínico claro para poder entregar hasta 100
millones de dosis de productos de vacuna a escala comercial en 2020 y hasta mil
300 millones de dosis de nuestra vacuna en 2021”.
Las compañías Johnson & Johnson y Merck, en voz de
Macaya Douoguih, jefa de desarrollo clínico y asuntos médicos, informó que
iniciarán su fase 3, en septiembre. “Estamos apuntando a tener al menos
resultados para principios de 2021, así como 100 millones de dosis para finales
de marzo”, anunció.
Durante su audiencia ante el Congreso de la Unión Americana,
los laboratorios estadounidenses Pfizer, Merck y Moderna dijeron que, en caso
de lograr la vacuna contra el nuevo coronavirus, no la venderán a precio de
costo.
Por el contrario, Johnson & Johnson y AstraZeneca se han
comprometido a vender inicialmente sus vacunas sin obtener ganancias.
Varias compañías han recibido subvenciones de cientos de
millones de dólares del gobierno de Estados Unidos u otros países, pero estos
acuerdos no siempre vienen con cláusulas que limitan el precio máximo de las
dosis.
En América, en tanto, la directora de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, alertó que la pandemia del
coronavirus “no muestra signos de una desaceleración”, donde la mayoría de las
muertes se concentran en Brasil, México y Estados Unidos.
Indicó que hasta el 20 de julio había 311 mil muertes en las
Américas y que la semana pasada la región alcanzó la suma de los 900 mil nuevos
contagios, además de 22 mil muertes, en su gran mayoría ocurridas en Brasil,
México y los Estados Unidos.
Fuente: El Financiero