Río de Janeiro, 28 ago .- Unas supuestas
irregularidades en torno a la pandemia de COVID-19 llevaron a la Justicia a
suspender por 180 días al exjuez Wilson Witzel del cargo de gobernador de Río
de Janeiro, un estado castigado hace dos décadas por la corrupción.
La drástica decisión fue anunciada este viernes por el
Superior Tribunal de Justicia (STJ), al mismo tiempo que la Policía allanaba
residencias y oficinas de 17 salpicados por un asunto que Witzel, un antiguo
aliado del mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, insinuó que forma parte de una
"persecución" nacida en el palacio presidencial.
"Es un ultraje a la democracia", declaró Witzel,
quien aseguró que tanto él como su esposa, implicada también en el caso, han
sido acusados "sin pruebas" por fiscales de los que dijo que son
próximos a la familia Bolsonaro y en particular al hijo mayor del gobernante,
el senador Flavio, investigado por corrupción.
La Fiscalía rebatió esas insinuaciones, sostuvo que "esta
acción no tiene ninguna vertiente política" y garantizó que existen
pruebas "robustas" que vinculan al bufete de Helena Witzel, abogada y
esposa del gobernador, a negocios irregulares con "hospitales de campaña,
respiradores y medicamentos" adquiridos para combatir la pandemia.
Por esas mismas causas, Witzel responde en un juicio
político con fines de destitución que tramita desde junio pasado en la Asamblea
Legislativa regional.
La supuesta corrupción en torno a la crisis sanitaria, que
ya deja en Río de Janeiro 219.000 contagios y 15.900 fallecidos, parte del
total de 3,8 millones de casos y 120.000 muertos en el país, fue considerada
como un agravante por el magistrado Benedito Gonçalves, responsable de la
decisión que suspendió a Witzel de sus funciones.
"El grupo criminal actuó y continúa actuando, desviando
y lavando recursos en plena pandemia, sacrificando la salud y hasta la vida de
miles de personas, en total desprecio al mínimo sentido de humanidad y
dignidad", escribió en su sentencia, dictada en forma cautelar y que será
analizada la semana próxima por el pleno del STJ.
Mientras dure la suspensión de Witzel, su cargo será ocupado
por el actual vicegobernador, Claudio Castro, paradójicamente también
investigado en este mismo caso y cuyas oficinas y residencia fueron allanadas
este viernes.
LA DERECHA, LA IZQUIERDA Y LA RELIGIÓN EN LA MIRA DE LA
JUSTICIA
Entre los investigados figuran funcionarios, empresarios y
políticos tanto del arco de derechas, en el que se inscriben Witzel y su
antiguo aliado Bolsonaro, como de la oposición progresista, encarnada en este
caso por el jefe de la Asamblea Legislativa de Río, André Ceciliano, del
Partido de los Trabajadores (PT).
También se investiga, y hasta ha sido detenido este viernes,
al presidente del Partido Social Cristiano (PSC), Everaldo Pereira, un
influyente político y pastor evangelista próximo a Jair Bolsonaro, a quien
bautizó en 2014 con los ritos de esa religión, celebrados ese año en el
simbólico río Jordan, de Israel.
El pastor Everaldo llegó a ser candidato a la Presidencia en
2014 con el apoyo del entonces diputado Bolsonaro, afiliado en la época al PSC,
figura entre los 17 detenidos este viernes y ha sido acusado de intermediar en
los contratos fraudulentos.
Tras ser informado de la suspensión del gobernador, con
quien se enemistó el año pasado, cuando éste insinuó que podría aspirar a la
Presidencia en 2022, Bolsonaro se burló del asunto. "Parece que Río se
incendia", dijo entre bromas a un grupo de seguidores.
RÍO DE JANEIRO Y DOS DÉCADAS DE POLÍTICA, CORRUPCIÓN Y
CRIMEN
El estado de Río de Janeiro, cuya capital homónima es una de
las postales más conocidas de Brasil, ha sido el epicentro de muchos de los más
graves asuntos de corrupción registrados en el país durante las últimas dos
décadas.
De hecho, todos los gobernadores que Río de Janeiro ha
tenido en lo que va de este siglo han estado o están en prisión actualmente.
El más emblemático es Sergio Cabral, quien gobernó Río de
Janeiro en dos períodos consecutivos, entre 2007 y 2014, está en la cárcel
desde 2016, ha sido declarado culpable en 14 causas de corrupción y recibido
condenas que suman 294 años de prisión.
En las últimas dos décadas, la otrora "ciudad
maravillosa" ha sufrido con un crecimiento desordenado que multiplicó las
favelas y las convirtió en reductos del narcotráfico y grupos parapoliciales
conocidos como "milicias", que disputan territorios y cada semana
dejan regueros de sangre