Joseph DeAngelo, el hombre conocido como el "asesino
del Golden State", fue condenado este viernes a 11 cadenas perpetuas en
California, cerrando así una investigación que empezó hace casi 50 años y que
fascinó al mundo.
DeAngelo, de 74 años, fue arrestado en 2018 después de que
se encontrara su ADN en una web de genealogía.
Este junio admitió ser culpable de 13 asesinatos tras un
acuerdo con los fiscales para evitar una posible pena de muerte.
Como un "sociópata" lo definió este
viernes la fiscal del distrito del condado de Sacramento, Marie Schubert.
Tras escuchar silencioso y sin expresión los testimonios de
las víctimas durante el juicio esta semana, DeAngelo les dirigió unas palabras
este viernes: se quitó la mascarilla y se levantó de la silla de ruedas en la
que está poco antes de que el juez Michael Bowman emitiera la
sentencia.
"He escuchado todas sus declaraciones. Todas y cada
una. Y realmente pido perdón a todos a los que hice daño", dijo.
Es de esperar que el famoso asesino muera en prisión ya que
deberá cumplir 11 cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional,
entre otros cargos.
"Cuando una persona comete este tipo de actos
monstruosos necesita estar encerrada donde no pueda hacer más daño a personas
inocentes", dijo el juez Bowman.
Los fiscales no buscaron la pena de muerte debido en parte a
una moratoria de ejecuciones que existe en California. El juez Bowman dijo que
la sentencia es "el máximo absoluto" que el tribunal puede
imponer por ley.
"Los sobrevivientes han hablado. Claramente el acusado
no merece clemencia", dijo.
DeAngelo era agente de policía en California cuando cometió
en los años 70 y 80 sus crímenes por todo el estado, conocido en Estados Unidos
como el "Golden State".
El exagente, veterano de la Guerra de Vietnam y mecánico de
autos, no fue arrestado hasta abril de 2018 después de que la policía comparara
su ADN con el de una web de genealogía.
Los investigadores diseñaron un nuevo método de rastreo de
ADN al crear un árbol genealógico desde 1800 para identificarlo como
sospechoso. Los detectives lo siguieron y recogieron basura que DeAngelo había
tirado. Y así encontraron que su ADN coincidía con el de varias escenas del
crimen.
Los fiscales dijeron este viernes que este método se ha
usado para resolver otros 100 crímenes adicionales.
La serie de asesinatos de DeAngelo comenzó en 1975 mientras
trabajaba como agente de policía en Exeter, en el norte de California.
Durante 12 años la espiral de crímenes fue escalando hasta
llegar a casos de violencia brutal, violaciones y asesinatos.
"No tiene alma"
La fiscal Schubert habló una vez conocida la sentencia y
describió a DeAngelo como "una persona que no tiene respeto por los
derechos de los seres humanos ni por la ley, sin compasión, sin empatía y sin
remordimiento".
"Es una persona que no tiene conciencia ni alma".
Schubert desmontó en el juicio la apariencia que quiso dar
DeAngelo en el tribunal: la de un hombre anciano y frágil que acudía a la sala
en silla de ruedas.
La fiscal mostró un video de DeAngelo en su celda en junio y
julio haciendo ejercicio. Los videos demostraban "su agudeza mental, su
destreza, su capacidad para engañar o intentar engañar y mostrar al mundo que
era un hombre viejo y enfermo", señaló.
Los fiscales describieron la escala de violencia como algo
"simplemente asombroso": hubo 87 víctimas, 53 escenas del crimen
en 11 condados diferentes de California.
La sentencia se leyó en un salón universitario para poder
dar cabida a los sobrevivientes y a las familias de las víctimas.
La fiscal Schubert admitió que es posible que todavía haya
víctimas por identificar.
"No creo que sepamos nunca la magnitud de lo que hizo
DeAngelo", manifestó.
"Sentí que había muerto"
A comienzo de semana, algunas de las víctimas dieron su
testimonio y muchas hablaron de sus problemas para curar el daño causado por
DeAngelo.
Kris Pedretti fue una de ellas. Tenía 15 años cuando
DeAngelo la violó en diciembre de 1976. Reveló cómo él la amenazó de muerte
durante el ataque.
"En tres ocasiones durante aquella noche pensé que iba
a morir", contó.
"A la mañana siguiente me desperté sabiendo que ya no
sería más una niña y aunque agradecía estar viva, también sentía que había
muerto".
En el tribunal también compareció Pete Schultze, que tenía
sólo 11 años cuando DeAngelo entró en su casa y violó a su madre.
Contó que DeAngelo robó además el anillo de matrimonio de su
madre y demás joyas y dinero durante el ataque en 1976.
"Pero no pudo robarse la felicidad, los sueños y el
espíritu de nuestra familia", dijo Schultze directamente a DeAngelo.
"Su sufrimiento, señor, apenas ha comenzado",
agregó.
También testificó por escrito la exmujer de DeAngelo, Sharon
Huddle.
"Las acciones criminales del acusado han tenido un
efecto devastador en mi vida y mi familia. Nunca seré la misma persona. Vivo
sabiendo que atacó e hizo daño a cientos de personas inocentes", escribió
Huddle.
La pareja ya se había separado cuando DeAngelo fue arrestado en 2018 y su divorcio se formalizó un año después.
Fuente: BBC News