PUEBLA.- La
noche de ayer y parte de la madrugada de este martes, un hombre de 35 años de
edad e identificado como Manrique “N” fue linchado por pobladores
de San Marcos Tlacoyalco del Estado de Puebla, presuntamente por
haber secuestrado a un niño; luego de haber sido golpeado salvajemente, cientos
de personas le prendieron fuego para acabar con su vida.
De acuerdo algunas
versiones, Manrique estaba en una junta auxiliar en dicho poblado, alrededor de
las 18:00 horas, cuando fue abordado por un grupo de personas que
portaban palos y piedras; momentos más tarde, las autoridades recibieron el
reporte de una riña cerca de un campo deportivo y al llegar al lugar,
encontraron al hombre rodeado de estas personas.
Posteriormente,
la policía auxiliar trasladó al hombre a la comandancia del pueblo en
donde estuvo detenido durante varias horas injustificadamente, pues ninguna de
las personas que participaron en la riña mencionaban el motivo de la misma.
Aproximadamente a
las 09:00 de la noche, trascendió el rumor de que el hombre era un
secuestrador de niños, por lo que sonaron las campanas de la iglesia para
solicitar a los demás habitantes que se reunieran para hacer justicia.
No fue denunciado
Luego de esto, los
participantes del linchamiento, comenzaron a gritar que no permitirían que
la policía se hiciera cargo del hombre, quien fue identificado como trabajador
de la empresa de televisión de paga Megacable; sin embargo, no había alguna
persona que lo señalara directamente sobre algún caso en particular de
secuestro y mucho menos se presentó una denuncia formal
Tras esto,
habitantes tomaron una unidad de la misma policía y la utilizaron para derribar
las puertas y paredes de la comandancia, en donde se encontraba detenido
Manrique. Una vez que lograron sacarlo, fue brutalmente golpeado con
piedras y palos hasta que le destrozaron el cráneo.
Al lugar de los
hechos arribaron paramédicos par valorar el estado de salud del hombre pero los
pobladores no permitieron que recibiera atención médica y procedieron
a arrastrarlo frente a la comandancia municipal, le rociaron combustible
y le prendieron fuego.
Consumado el linchamiento,
la gente poco a poco comenzó a retirarse. Elementos de la Policía Estatal y
Guardia Nacional resguardaron la zona mientras el agente del Ministerio Público
realizó las diligencias del levantamiento del cadáver.
Una posible
confusión le costó la vida al veracruzano, que se presume era
inocente del delito que lo señalaban. Las autoridades iniciaron la carpeta
de investigación correspondiente.