El Servicio de Inmigración y Aduanas de EU (ICE) se encuentra nuevamente bajo escrutinio tras conocerse una serie de acusaciones de presuntas histerectomías y malas condiciones en un centro de detención de inmigrantes.
Un grupo de organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes en ese país interpuso esta semana una queja en contra de una instalación privada bajo supervisión del ICE, en la que le acusan de negligencia médica, no poner en práctica medidas de seguridad por la pandemia de Covid-19 y de llevar a cabo un alto número de histerectomías sin el consentimiento de las pacientes.
La queja condena las prácticas y condiciones dentro del centro Irwin County Detention Center, en el sureño estado de Georgia, y se basa parcialmente en alegatos de Dawn Wooten, una enfermera empleada en el centro que decidió denunciarlo públicamente.
El ICE dijo en un comunicado que estaba tomando en serio las denuncias y que estaba "firmemente comprometida con la seguridad y el bienestar" de aquellos bajo su custodia.
¿Quién es la informante y qué alega?
Como parte de su queja, introducida el lunes ante la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (del que depende el ICE), Wooten advirtió sobre el alto número de histerectomías llevadas a cabo a mujeres hispanohablantes detenidas en ese centro.
La enfermera dijo que las mujeres le expresaron que no habían entendido del todo por qué debían someterse a la operación en la que se remueve parcial o totalmente el útero.
La queja también denuncia una "perversa negligencia médica" durante la pandemia del coronavirus y argumenta que se les negaba la prueba a algunos detenidos sintomáticos y se inventaban registros médicos.
"Me convertí en una denunciante, ahora soy un blanco", dijo Wooten durante una conferencia de prensa el martes. "Pero estoy dispuesta a ser un blanco", dijo, en lugar de ser parte de lo que calificó como un sistema "inhumano".
Al hablar con reporteros, Wooten denunció un comportamiento irregular en el centro con respecto a las precauciones de contagio del covid-19 y dijo que le recortaron horas de trabajo tras haber protestado y al quedarse en casa por presentar síntomas del virus.
El periodista José Olivares, quien fue uno de los primeros en reportar acerca de esta queja, señaló en la Radio Pública Nacional (NPR, por sus siglas en inglés) que Wooten es madre soltera de cinco hijos y llevaba unos años trabajando para la instalación.
"Está técnicamente empleada por el centro, pero empezaron a recortarle las horas de trabajo desde julio y eso la ha afectado en lo personal. Dice que lo ve como una retaliación", dijo.
Las organizaciones Project South, Georgia Detention Watch, la Alianza Latina de Georgia por los Derechos Humanos y la Red de Apoyo a los Inmigrantes del Sur de Georgia introdujeron la denuncia en nombre de Wooten y otros inmigrantes detenidos.
De acuerdo con estos grupos, hay entre 500 y 800 detenidos en el centro, que a su vez tiene una capacidad para albergar a mil 200.
El documento, que incluye denuncias anónimas de detenidos, detalla que dentro del centro no se aislaba a personas con casos sospechosos de covid-19, no se promovía el cumplimiento de las reglas de distanciamiento social y no se distribuían "materiales adecuados" de protección contra el virus.