Expertos independientes del máximo organismo de derechos humanos de la ONU acusaron el miércoles al gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro de crímenes de lesa humanidad, destacando casos espantosos de tortura y asesinatos presuntamente perpetrados por fuerzas de seguridad que utilizaron técnicas como descargas eléctricas, mutilación genital y asfixia.
El informe mordaz y profundo —encargado el año pasado por el Consejo de Derechos Humanos— dice que el gobierno de Maduro cometió ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas. Recomendó procesar a los responsables para garantizar que no vuelvan a ocurrir.
Es probable que el informe avive las críticas internacionales y nacionales contra el gobierno de Maduro, que encabeza un país en ruinas con una inflación galopante, violenta represión y un éxodo de millones de venezolanos que han huido a países vecinos para escapar de la agitación desde que asumió el poder en 2013.
Son miles de casos
Los hallazgos, basados en casi 3,000 casos que fueron investigados y donde se examinaron más de 5,000 asesinatos, concluyeron que Maduro y sus ministros de Defensa e Interior tenían conocimiento de crímenes cometidos por fuerzas de seguridad y agencias de inteligencia. Además, alega que las autoridades de alto nivel tenían poder y supervisión sobre las fuerzas y agencias.
Las autoridades del país sudamericano no han comentado nada al respecto.
Desde la perspectiva de las víctimas
Los críticos acusaron al gobierno de Maduro de crímenes contra la humanidad. Pero el informe de 411 páginas representa una de las miradas más extensas a los abusos recientes de derechos en Venezuela, basándose en entrevistas con víctimas, familiares, testigos, policías, funcionarios y jueces, además de videos, imágenes satelitales y contenido de redes sociales. Los autores dijeron que no recibieron respuestas del gobierno.
Los expertos —Marta Valinas de Portugal, Francisco Cox Vial de Chile y Paul Seils de Gran Bretaña— trabajaron bajo una misión de investigación que el Consejo de Derechos Humanos, conformado por 47 naciones, estableció en septiembre para investigar posibles tratos crueles, inhumanos o degradantes y otras violaciones a los derechos humanos en Venezuela desde 2014.
“Estos actos se cometieron de conformidad con dos políticas estatales, una para sofocar la oposición al gobierno y otra para combatir el crimen, incluida la eliminación de personas percibidas como delincuentes”, dijo Valinas a los periodistas.
“También consideramos que los delitos documentados se cometieron como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil”.
“Por estas razones, la misión tiene motivos razonables para creer que esto equivale a crímenes de lesa humanidad”, dijo, señalando los presuntos asesinatos arbitrarios y el uso sistemático de la tortura, en particular.
Organizaciones humanitarias locales e internacionales y opositores expresaron su respaldo al documento de la misión de la ONU y plantearon que marca un “antes y un después” en materia de derechos humanos en Venezuela.
El líder opositor Juan Guaidó, quien ha sido reconocido como presidente interino de Venezuela por casi 60 países, afirmó que el informe representa un “gran avance y mueve el tablero a favor de nuestra lucha”, e indicó en un mensaje de su cuenta de Twitter que la evaluación de la misión revela que “Maduro es un criminal que además de respaldar el narcotráfico y terrorismo, comete delitos de lesa humanidad”.