Ciudad de México.- Con el trastorno bipolar, los pacientes
sufren cambios de ánimo poco comunes, que van desde estar muy activos
(hipomanía o manía) hasta estar sumamente deprimidos, en intervalos cortos.
La afección inicia en los últimos años de la adolescencia o
al inicio de la edad adulta, pero niños y adultos también pueden tenerlo.
A la fecha no hay una prueba específica para detectarlo,
sino que a través de la consulta psiquiátrica se determina.
La medicación y psicoterapia suelen ser la mejor
forma de tratarlo, a fin de evitar un empeoramiento en la calidad de vida y
relaciones interpersonales.
Demi Lovato
Cuando a Demi Lovato le diagnosticaron desorden
bipolar se sintió aliviada.
"Mientras crecía, me sentía muy, muy deprimida. Aunque estaba dando
conciertos y viviendo mi sueño, no podía decir por qué estaba molesta",
dijo.
En el 2015, tras una intervención de su familia, buscó ayuda y se enteró de que
tenía trastorno bipolar, pero asegura que está controlada.
Mariah Carey
Hace dos años, Mariah reveló que desde 2001 le
diagnosticaron trastorno bipolar y que ya recibe tratamiento.
La cantante dijo que eligió hablar públicamente sobre el tema para quitar el
estigma sobre la salud mental; sin embargo, en los últimos años cada vez se
le ha visto más inactiva en la música, lo que se ha prestado a especulaciones
de que no está del todo bien.
Selena Gómez
Apenas en septiembre pasado, Selena Gómez dio a conocer que
padece trastorno bipolar, y dijo que aún trata de procesar su diagnóstico,
pero desde una perspectiva abierta y transparente.
Kaney Weste
Hace dos años. Kaney Weste reveló que tiene trastorno
bipolar, pero que no lo ve como una discapacidad, sino como un
"superpoder".
Su esposa Kim Kardashian ha hablado públicamente sobre la enfermedad de su
cónyuge y ha pedido compasión y empatía hacia él, lo que no ha
gustado al rapero.
Ari Telch
Pese a que no ha tenido crisis en los últimos años, el actor
señala que no le dan trabajo porque piensan será problemático
por su enfermedad.
Hace años, la ex pareja de Ninel Conde se hospitalizó voluntariamente en un
hospital psiquiátrico y llegó a estar tan mal que se cortó las venas, pero
fue rescatado.
