Las risas, las pláticas, el chiflido de los
boleadores y hasta los gritos de los pequeños se hicieron presentes ayer martes
en la apertura de la Plaza Grande, incluso las palomas —como de costumbre—
acudieron la espera de recibir un poco de alimento.
La Plaza Grande lucía ocupada a un 80%, las
familias se dieron cita disfrutar de su mañana sentados en las bancas del
sitio, algunos hasta llevaron alimento para las palomas, algunas parejas
también se dieron cita para su encuentro romántico.
Para quienes la apertura representó un
respiro en medio de esta pandemia fue para los boleadores, quienes desde
temprano instalaron sus puestos para comenzar a brindar servicio tanto a
locales como a los turistas que así lo requieran.
Antonio Prax es uno de los boleadores que
se reincorporo a sus actividades, de hecho mientras boleaba los zapatos de un
cliente comentó que durante la pandemia tuvo que “buscarle para la papa” ya que
después de sobrevivir con sus ahorros por tres meses, se vio en la necesidad de
salir a trabajar, primeramente comenzó a elaborar cubrebocas al inicio le fue
muy bien, pero después con la competencia sus ventas se vieron mermadas,
después le pidió a su vecino que le elaborará su cajita de boleador, comenta
que su vecino terminó por obsequiársela, fue así que se instalaba en los
portales, pero los elementos de la policía no le permitían quedarse.
Ante la apertura el comenta que le ha ido
bien, esto es un respiro para él, espera que el número de clientes aumente con
el paso de los días, ya que tiene la seguridad de irse a casa con al menos $150
al día.— Ilse Noh Canché
También para don Francisco Sáenz , bolero
de la plaza, comenta que los clientes han acudido poco a poco, con la apertura
solo tres boleros se presentaron a laborar ya que muchos de ellos ya son de
edad avanzada y sus familias prefirieron no exponerlos, durante la pandemia el
sobrevivió con las despensas que el Ayuntamiento le donó, de igual forma
mantiene la esperanza que en los siguientes días los turistas acudan a utilizar
de este servicio.
De acuerdo con lo que comentaron para que
puedan operar se les pidió tener un tapete, agua clorada, cubrebocas, careta y
gel para los clientes.
Tal vez las más felices de esta reapertura
sean las palomas ya que al menos durante esta mañana fueron varias las personas
quienes acudieron a llevarles comida como habitualmente se hacía, en la plaza
se pueden observar letreros con las restricciones, incluso en las bancas se
pusieron macetas de gran tamaño para marcar la sana distancia, en el piso se
puede observar imágenes las cuales marcar el sentido por el cual las personas
deben circular.
Fuente: Megamedia
