Científicos de una universidad alemana estudiaron rastrearon
cómo el virus ingresa al sistema nervioso central y posteriormente invade el
cerebro.
No todo está dicho sobre el coronavirus, el patógeno
causante de la enfermedad COVID-19, el cual se ha vuelto objeto de estudio en
diversas universidades del mundo.
Una investigación reciente al respecto, realizada por un
grupo de científicos de una universidad alemana, estudió los mecanismos por los
cuales el también llamado nuevo coronavirus puede llegar al cerebro de
pacientes graves de COVID-19.
Los resultados, que muestran que el SARS-CoV-2 (nombre
científico del patógeno) ingresa al cerebro a través de las células nerviosas
de la mucosa olfativa, se publicaron en Nature Neuroscience.
Utilizando muestras de tejido post-mortem de personas en las
que la contracción de coronavirus resultó fatal, el equipo de investigadores de
Charité-Universitätsmedizin Berlin rastreó cómo el virus ingresa al sistema
nervioso central y posteriormente invade el cerebro.
Como parte de esta investigación, especialistas de los
campos de neuropatología, patología, medicina forense, virología y atención
clínica estudiaron muestras de tejido de 33 pacientes (con una edad promedio 72
años) que habían fallecido en Charité o en el Centro Médico Universitario de
Göttingen después de contraer COVID-19.
Los investigadores analizaron muestras tomadas de la mucosa
olfativa de los pacientes fallecidos y de cuatro regiones cerebrales
diferentes. Tanto las muestras de tejido como las distintas células se
analizaron para detectar material genético del SARS-CoV-2 y una “proteína de
pico” que se encuentra en la superficie del virus.
El equipo proporcionó evidencia del virus en diferentes
estructuras neuroanatómicas que conectan los ojos, la boca y la nariz con el
tronco cerebral. La mucosa olfativa reveló la carga viral más alta.
Los investigadores pudieron producir las primeras imágenes
de microscopía electrónica de partículas intactas de coronavirus dentro de la
mucosa olfativa. Estas se encontraron tanto dentro de las células nerviosas
como en los procesos que se extienden desde las células de soporte cercanas
(epiteliales).
“Estos datos apoyan la noción de que el SARS-CoV-2 es capaz
de utilizar la mucosa olfativa como un puerto de entrada al cerebro”, dijo el
académico y doctor Frank Heppner a la universidad. “Una vez dentro de la mucosa
olfatoria, el virus parece utilizar conexiones neuroanatómicas, como el nervio
olfatorio, para llegar al cerebro”, añadió el neuropatólogo.
“Nuestros datos sugieren que el virus se mueve de una célula
nerviosa a otra para llegar al cerebro”, explicó por su parte la doctora Helena
Radbruch, líder del equipo de investigadores. Ella agrega: “Sin embargo, es
probable que el virus también se transporte a través de los vasos sanguíneos,
ya que también se encontró evidencia del virus en las paredes de los vasos
sanguíneos del cerebro”.
“A nuestros ojos, la presencia de SARS-CoV-2 en las células
nerviosas de la mucosa olfativa proporciona una buena explicación de los
síntomas neurológicos que se encuentran en los pacientes con COVID-19, como la
pérdida del sentido del olfato o del gusto”, explicó Heppner.
“También encontramos SARS-CoV-2 en áreas del cerebro que
controlan funciones vitales, como la respiración. No se puede descartar que, en
pacientes con COVID-19 grave, la presencia del virus en estas áreas del cerebro
tenga un impacto exacerbado en la función respiratoria, sumando problemas
respiratorios debido a la infección pulmonar por SARS-CoV-2. Pueden surgir
problemas similares en relación con la función cardiovascular”, añadió.
El SARS-CoV-2 no es el único virus capaz de llegar al
cerebro a través de ciertas rutas. El del herpes simple y el de la rabia
también lo hacen.
Fuente: El Financiero