El suicidio de una joven de 21 años generó una profunda conmoción en Córdoba, Argentina, luego de que sus familiares, amigos y vecinos denunciaran que fue víctima desde los 4 años de abuso sexual, del que su padre es considerado como el principal sospechoso.
La joven es identificada como Julia Tapia, quien este lunes iba a cumplir 22 años. Según sus cercanos, la víctima empezó a contar todo el calvario que la atormentaba desde hace unos pocos años.
“Juli no aguantó más”, dijo Paula, una de sus amigas al medio local El Doce, donde agregó que “hace dos años ella empezó a contar todo. No solamente a mí, sino también a otros vecinos. Intentamos ayudarla".
Paula también contó a los medios que Julieta se acercó, sin tener respuesta, a las oficinas de las autoridades, mediante una institución creada para la atención, protección y monitoreo de casos de violencia de género que se ubica en la zona de Córdoba, denominada como Polo de la Mujer.
“Juli fue varias veces al Polo de la Mujer, pero siempre desestimaron su caso. El padre la medicaba y ella llegó a estar internada en un hospital neuropsiquiátrico”, relató.
La víctima era conocida en el barrio, muchos de sus vecinos le tenían cariño. Se dedicaba a la la confección y reparación de ropa e incluso antes de la pandemia del coronavirus se fue de esa localidad para ir a la capital de Buenos Aires, pero la situación se complicó tras los primeros casos de covid-19, lo que la obligó a estar en Córdoba y estar en aislamiento junto con su agresor.
“Ella estaba media limitada para salir. Hace unos años decidió contarnos algunas cosas aisladas pero fuertes. Ella sufría abusos y el padre la tenía dominada, la golpeaba”.
Por el momento se desconoce qué pasará con el caso y las denuncias contra el principal sospecho, de las cuales las amigas y vecinas de la mujer claman por una pronta y verdadera justicia.
