Un video viral en redes sociales mostró a un intrépido surfista desafiando las olas de Gold Coast, Australia, en compañía de una compañera inusual: una pitón enroscada en su cuello.
El surfista, que había obtenido un permiso para tener a la serpiente como mascota en su hogar, se enfrentó a una multa de mil 500 dólares después de su audaz hazaña. El Departamento Estatal de Medioambiente y Ciencias señaló que, si bien tenía permiso para poseer la serpiente, no tenía autorización para llevarla a un espacio público, y mucho menos para surfear con ella.
Traer un animal a un lugar público o exponerlo requiere otro tipo de permiso", advirtió la autoridad.
La especie en cuestión es una pitón de alfombra, una serpiente no venenosa nativa de Australia que puede llegar a medir hasta tres metros de largo y suele enrollarse alrededor de su presa para inmovilizarla.
El departamento también destacó que, aunque las serpientes pueden nadar, los reptiles generalmente evitan el agua debido a su naturaleza de sangre fría. Esta inusual historia de surfista y serpiente ha dejado a muchos cibernautas asombrados, pero también sirve como recordatorio de la importancia de respetar las regulaciones de la vida silvestre en Australia.