Muchos expertos dedicados a estudiar los hábitos de la minoría más rica del mundo han descubierto que, sorprendentemente, tienen costumbres financieras bastantes frugales.
Por ejemplo, Thomas J. Stanley, quien entrevistó a medio millar de millonarios para su libro "The Millionaire Next Door," descubrió que la mayoría son sorprendentemente frugales. Tienden a no gastar en artículos de lujo, sino en inversiones y otras cosas que aumentan su patrimonio neto.
Alrededor del 80% eran los primeros ricos de su familia y lo lograron mediante una combinación de sus hábitos, ingresos e inversiones.
A continuación, tres de los principales hábitos que los distinguen del resto de los mortales, de acuerdo con un reporte de Business Insider.
No tienen una billetera llena de tarjetas de crédito exclusivas
Según la investigación de Stanley, la mayoría opta por tarjetas de crédito con tarifas bajas en vez de una tarjeta exclusiva con elevada tarifa e innumerables beneficios. Solo el 6.2% de los millonarios que encuestó tenían la famosa Amex Platinum y muchos menos tenían otras tarjetas de crédito de alto nivel. Si bien estas tarjetas para la élite pueden tener buenas ventajas para viajar y gastar, conllevan elevadas tarifas. La de Amex Platinum fue de $ 550 en 2020.
El 59% de los millonarios encuestados tenía una tarjeta Visa de tarifa más baja y el 56% tenía una MasterCard. Muchos millonarios suelen pagar el saldo de la tarjeta en su totalidad cada mes no acumular intereses.
No pasan horas administrando sus inversiones
Stanley descubrió que poseer acciones era una parte esencial de las estrategias financieras de la mayoría de los millonarios: alrededor del 95% tenía inversiones y al menos el 20% de su riqueza invertida en el mercado de valores.
Sin embargo, la mayoría de los ricos entrevistados no tocan sus inversiones con mucha frecuencia. "El 42 por ciento de los millonarios que entrevistamos para nuestra última encuesta no habían realizado ningún intercambio en sus carteras de acciones en el año anterior a la entrevista", afirma Stanley.
Eso quiere decir que los millonarios son pacientes en materia financiera: tienden a comprar y mantener inversiones durante muchos años, lo que permite que se aprecien y caigan en una categoría diferente que los excluye de los impuestos más altos sobre las ganancias de capital a corto plazo.
Para la mayoría, invertir es un proceso simple y sin intervención constante de su parte.
Evitan dar grandes regalos a sus hijos o apoyarlos económicamente cuando sean adultos
Los millonarios siempre están dispuestos a invertir en la educación propia y de sus descendientes. Sin embargo, la mayoría de los padres y abuelos ricos también saben dónde trazar el límite con el apoyo a los hijos adultos, señala Stanley.
De hecho, los padres que proporcionaron algún tipo de ayuda a los hijos adultos tenían "significativamente menos riqueza que los padres de la misma edad, ingresos y profesiones cuyos hijos adultos eran económicamente independientes". Y la mayoría de los millonarios que se hicieron a sí mismos lo saben.
También saben que perjudica a sus hijos recibir regalos y apoyo con frecuencia. "En general, cuanto más dólares reciben los hijos adultos, menos acumulan, mientras que los que reciben menos dólares acumulan más", escribió Stanley.
En su mayor parte, los padres millonarios tienden a dar solo regalos grandes y esporádicos: alrededor del 60% de los padres millonarios ayudaron a sus hijos a comprar una casa. Pero solo el 32% de los padres millonarios financiaron la educación de posgrado de sus hijos, y menos del 18% les regaló a sus hijos bienes raíces que generan ingresos.