Con 89 mil 272 casos acumulados, China implementa una prueba rectal para identificar a los casos positivos por Covid-19 en personas que viajan desde otras regiones a su país, ya que las autoridades del gigante asiático aseguran que este método cuenta con mayor fiabilidad que la otorgada por los test rápidos y de PCR.
Ayer, la agencia de noticias AFP, informó que las autoridades sanitarias chinas tomaron la decisión de utilizar pruebas anales para detectar los posibles contagios del SARS-CoV-2, pues es una de las naciones que ha contado con mayor control de la transmisión del virus, al contabilizar tan sólo dos muertes por la enfermedad desde el pasado mayo.
Esta decisión fue tomada luego que en las últimas semanas se identificaran la aparición de pequeños brotes locales, pese a que los viajes a este país se restringieron desde marzo del año pasado.
De este modo, comenzó la aplicación de pruebas masivas y de test rápidos a miles de personas. Aunado a estas medidas de control, la agencia francesa agregó que, algunos habitantes de la ciudad de Pekín habían sido sometidos a pruebas anales, por contar con una mayor eficacia.
El doctor Li Tongzeng, del hospital You’an de Pekín, expresó que este tipo de test “aumenta la tasa de detección de personas infectadas” ya que el patógeno permanece más tiempo en el ano que en las vías respiratorias.
En consonancia a estas declaraciones, Europa Press publicó un comunicado en el que se documentaba una alta presencia del nuevo coronavirus en aguas residuales españolas, las cuales emergen como producto de la influencia antropogénica, en las que se contienen orina y heces fecales. Las muestras, rastradas por la Consejería de Sanidad de esta región, demostraron que el Covid-19 tarde entre tres a 10 días en las aguas.
¿Cómo se aplica una prueba anorrectal?
De acuerdo con especialistas de la Queen Mary University of London, este método consiste “en un tacto rectal cuidadosamente realizado” en un consultorio médico, generalmente, en el que se solicita al paciente que se desvista de la cintura para abajo, para lo que le es proporcionada una bata o una tela para cubrirse.
Durante la anoscopia, como también se le conoce a este procedimiento, el clínico hará un tacto rectal. Posteriormente, colocará un instrumento lubricado, llamado anoscopio, unas cuantas pulgadas o centímetros dentro del recto, que según los expertos puede casuar alguna especie de molestia, ganas de defecar o sangrado leve.
No será necesario prepararse previamente para la aplicación de esta prueba, aunque en algunos casos, los especialistas proporcionan un laxante o enema -o lavado de ano- para vaciar los intestinos. Después del test, la persona podrá reanudar sus actividades sin ninguna precaución.
¿Qué otras enfermedades se diagnostican con las pruebas rectales?
Este proceso ha sido utilizado, comúnmente, para la detección de enfermedades relacionadas con el área anal y la parte baja del recto.
Entre ellas, los investigadores señalaron, en una publicación de “Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology”, que se encuentran la incontinencia fecal, la enfermedad de Crohn (afección intestinal inflamatoria), enfermedades de tipo perianal benigna, como las hemorroides y las fistulas anales, que es cuando se infecta un conducto del ano, así como sirven para diagnosticar el cáncer de útero y próstata, en mujeres y hombres, respectivamente.
Los estudiosos londinenses expusieron que las opiniones sobre la utilidad de estas pruebas son contradictorios y algunas investigaciones sugieren que no hay necesidad de someter a los pacientes a estas pruebas si hay otras alternativas para diagnosticarlos.