La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal rescató a
un grupo de jóvenes, hombres y mujeres, algunos de ellos menores de edad,
recluidos en un centro de rehabilitación de adicciones, cuyos responsables
fueron acusados de tortura y violación.
El establecimiento, con el nombre Centro de Adicciones Grupo
Sangre Renovadora, operaba en la colonia Flor de Mayo del municipio de Kanasín,
conurbado a esta capital, y no se sabe aún si contaba con los permisos legales
para su funcionamiento.
Al percatarse de la presencia de la policía municipal de
Kanasín y algunos padres de familia, los muchachos forzaron las puertas para
escapar. Una vez afuera comenzaron a lanzar piedras al inmueble y denunciaron
los tormentos físicos y psicológicos que sufrían a manos de los “padrinos”,
como parte de su supuesto tratamiento contra las adicciones.
También denunciaron violaciones y abusos sexuales contra las
jóvenes.
Fuente: Proceso