MÉXICO.- Pasaron de aplicar, entre diciembre y enero,
de 25 mil reactivos diarios a 12 mil al día, refirió la Sedesa.
"La gente ya se confió. Están bajando la guardia, pero
después de Semana Santa van a venir a vernos otra vez, es lo que
estamos previendo", dijo una persona que trabaja en el quiosco Covid-19 en
la explanada del Metro Mixcoac.
Hasta el momento el semáforo naranja se ha malentendido,
comentó la trabajadora, pues ellos perciben que el riesgo ha disminuido,
pero no es verdad.
"Antes, en este sitio las filas daban la vuelta por más
de 200 metros y las 250 pruebas asignadas terminaban de aplicarse alrededor de
las 12:00 horas", refirió el personal de salud.
Ahora terminan incluso a las 14:15 horas, con mucho
esfuerzo. Son uno de los centros que concluyen su labor, porque convencen
a los peatones de que pasen bajo la promesa de que será rápido.
La gente se formaba desde las 4:00 horas para conseguir
ficha, a algunos los regresaban; ahora, llegan más tarde y sí alcanzan,
comentaron trabajadores.
"Había muchísima (gente en diciembre). La primera vez
vine a las 7:00 de la mañana y pasé a las 11:00, luego esperé los resultados
como 20 o 30 minutos y hoy llegué a las 12:00 y pasé enseguida",
contó Alejandra Salcedo.
De acuerdo con otro trabajador, muchos van porque es
un requisito para el trabajo, no por salud.
"No tengo nada de eso, lo que pasa es que en el trabajo
me dijeron que me la hiciera (la prueba). Estoy bien de temperatura, tenía
diarrea, pero ya se me quitó, dolor de cabeza todavía tengo", dijo
Agustina Zamora.