La demanda de artículos de protección e higiene personal contra
el coronavirus Covid-19, como cubrebocas, termómetros escáner y los tapetes
sanitizantes, registra una caída de poco más del 80 por ciento en comparación
con el mismo mes del año anterior cuando iniciaba la pandemia, en gran medida
porque varios yucatecos han relajado las medidas y los protocolos sanitarios,
advirtió la Sociedad Yucateca de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Syisa).
El presidente de esta organización, Abar Wilde Maldonado,
consideró que muchas familias se han confiado con la aplicación de la primera
dosis de la vacunación contra el coronavirus en Mérida y los municipios del
interior del Estado, por lo que hizo un llamado a no crearse una “falsa
protección total”, pues eso se conseguirá hasta que se tenga la segunda dosis.
Indicó que si bien es cierto que la inoculación a los
adultos mayores de 60 años y más podrá ayudar a reducir las cifras de contagios
y defunciones por Covid-19, todavía falta un tiempo para que la mayor parte de
la población yucateca esté vacunada y mientras tanto, no se debe bajar la
guardia ni relajar las medidas de prevención e higiene.
Muestra de ello, continuó, es que en varias casas y algunos
negocios locales los protocolos sanitarios ya no se siguen como antes, pues ya
no se toma de forma correcta la temperatura, los tapetes ya ni siquiera tienen
las sustancias sanitizantes y el uso de gel antiséptico se ha limitado en
algunos casos.
“La demanda de los artículos de protección ha bajado como en
un 80 por ciento, pero lo grave no es eso, sino que es reflejo de que muchos se
están confiando con la vacunación y están relajando las medidas y el uso de los
productos para prevenir contagios, no funciona así, debemos continuar con los
cuidados todos y cuidar a los demás”, advirtió.
Wilde Maldonado explicó que la comunidad no ha entendido que la protección contra esta enfermedad es un proceso que lleva un poco más de tiempo y además, en comparación con otros países los esquemas de vacunación en México van un poco retrasados, por lo que menos hay que confiarse.