Al menos 42 personas, entre ellas 10 niños, han muerto este domingo en Gaza en el bombardeo más letal lanzado por Israel desde el inicio de las hostilidades, el pasado lunes, según informó el Ministerio de Sanidad palestino. Los equipos de rescate salvaron a algunos supervivientes de entre los escombros de tres edificios sembrados de cadáveres. Pocas horas antes, más de 120 cohetes lanzados desde el enclave palestino dispararon las alertas en el centro de Israel, en particular en la superpoblada área de Tel Aviv, donde causaron una decena de heridos entre quienes no pudieron alcanzar los refugios antiaéreos.
El bombardeo de Gaza, de acuerdo con un portavoz del Ejército israelí, iba dirigido contra la sede del centro de inteligencia de Hamás en un sistema de túneles que colapsó en el norte de la Franja. La misma fuente castrense hizo constar que las dependencias de la milicia islamista “se hallaban junto a un jardín de infancia”. “Esto demuestra que Hamás pone en peligro a los civiles al situar instalaciones militares en zonas densamente pobladas”, agregó el portavoz militar, que no precisó si los vecinos habían sido avisados con antelación para que evacuaran la zona. Una clínica de la ONG Médicos sin Fronteras en la ciudad de Gaza también resultó dañada por un bombardeo de la aviación israelí.
Amnistía Internacional y otras organizaciones humanitarias han pedido al Tribunal Penal Internacional, que investiga presuntos crímenes de guerra cometidos por el Ejército israelí y las milicias gazatíes a partir de 2014, que incorpore a sus indagaciones los últimos ataques masivos.
La escalada bélica se ha cobrado ya la vida de al menos 192 personas en Gaza (incluidos 58 niños y 31 mujeres), y causado 1.200 heridos. En Israel, otras 10 personas (entre ellos, dos menores) han perdido la vida a causa de los proyectiles de las milicias palestinas, que han dejado un saldo de más 200 heridos. El Ejército ha incrementado los bombardeos sobre la franja de Gaza, con más de un millar de operaciones aéreas, mientras las milicias de Hamás han intensificado el volumen y alcance de disparo de sus cohetes. Desde la guerra de 2014, que se prolongó durante dos meses, ambas partes no se habían enfrentado con tanta intensidad.
El Gabinete de Seguridad, órgano del Gobierno de Israel que decide la estrategia en caso de conflicto armado, mantuvo este domingo las operaciones en vigor sin dar signos de una reducción de la actividad bélica. “Estamos actuando sin cesar y por el tiempo que sea necesario para restaurar la calma para todos los ciudadanos”, afirmó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una intervención televisada.
El portavoz de Hamás en Gaza, Hazem Qassem, denunció que Israel estaba “engañando a la opinión pública [sobre sus ataques a objetivos militares] para ocultar sus crímenes deliberados contra civiles”, según informó Reuters. Mientras los contendientes siguen enzarzados en la lógica de la guerra, la mediación de Egipto, Qatar y Estados Unidos se esfuerza en tratar de alcanzar un acuerdo de alto el fuego, por ahora sin resultados. Fuentes oficiales citadas por el diario israelí Haaretz han asegurado que se está ejerciendo una creciente presión internacional sobre el Gobierno de Netanyahu para que se detengan los combates.
El rey de Jordania, Abdalá II, aseguró este domingo que había emprendido una intensa mediación diplomática, en su condición de custodio de los santos lugares de Jerusalén, para favorecer un acuerdo de tregua entre los contendientes. Egipto, por su parte, ha reabierto parcialmente el puesto fronterizo de Rafah, en el sur del enclave, para permitir la evacuación de los heridos más graves.
El dirigente israelí, por su parte, declaró que Israel seguirá respondiendo “enérgicamente” a los ataques “hasta que se restablezca la seguridad” para sus ciudadanos. El Gabinete de Seguridad, órgano del Gobierno que decide la estrategia en caso de conflicto armado, tiene previsto reunirse este domingo, antes del inicio de una festividad religiosa judía al atardecer.
En su redoblada ofensiva, la aviación de Israel atacó el sábado la casa de Jalil Hayya, jefe político adjunto de Hamás en la Franja, y este domingo bombardeó la vivienda de Yaya Sinwar, máximo responsable de la organización islamista en el interior de Gaza. Presumiblemente, ambos se hallan ocultos desde el inicio de las hostilidades en refugios antibombardeos. El líder histórico de Hamás, Ismail Haniya, se encuentra en Qatar, bajo la protección del Gobierno de Doha. Decenas de mandos de las milicias de Gaza han muerto en los bombardeos, según sostiene el Ejército israelí.
Mientras tanto, en Israel las sirenas antiaéreas han continuado sonando en distintos puntos del centro y del sur, como en la ciudad de Beersheba. En el área de Tel Aviv, el sábado murió un hombre de 50 años en el suburbio de Ramat Gan al impactar un proyectil en su vivienda.
El Ejército israelí cifró este domingo en más de 3.100 los disparos de cohetes en la última semana desde la franja de Gaza, en la que calificó de mayor ofensiva de proyectiles registrada hasta ahora. De ellos, 1.210 han sido interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro, con una aparente tasa de derribo inferior al 50%, ya que otros 450 cohetes no llegaron a alcanzar territorio israelí por fallos en el lanzamiento. El sistema antimisiles no se activa si los radares detectan la caída del proyectil sobre una zona deshabitada.