Los enfrentamientos
entre los grupos armados palestinos encabezados por Hamás, que lanzaron más de
mil cohetes hacia Tel Aviv y sus alrededores, e Israel, que bombardea
intensamente la Franja de Gaza, dejaron más de 50 muertos, entre ellos 14
niños, y hace temer esta jornada una "guerra a gran
escala" entre ambos bloques.
Israel amaneció hoy
con daños considerables que no se veían desde la guerra de Gaza de 2014, con
casas y coches destrozados, una situación similar a la que pasó en el
territorio donde está su contraparte, luego del bombardeo que dejó, entre otros
lugares, un edificio de al menos 12 plantas destruido, donde se considero que
podrían estar líderes de Hamás.
Hasta ahora los
enfrentamientos dejaron al menos 48 muertos en Gaza, entre los que hay 14 niños
y tres mujeres, a los que se suman dos palestinos fallecidos en Cisjordania
ocupada y cinco israelíes.
La violencia tiene
su origen en los disturbios del fin de semana en la Explanada de las Mezquitas,
el tercer lugar más sagrado del Islam, en Jerusalén Este, anexionado por Israel
en 1967.
La preocupación
crece en la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad de la ONU se
prepara para otra reunión de emergencia durante esta jornada.
Estados Unidos,
Rusia, Turquía, la Organización de las Naciones Unidas, la Unión Europea e
incluso México se han pronunciado al respecto, pidiendo que el conflicto
se frene, ante las alertas de una "guerra a gran escala".
Por su parte la
Corte Penal Internacional (CPI) advirtió que pueden haber "posibles
crímenes" cometidos en el conflicto.
El estado de
emergencia en Lod
En Israel, el
primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró el estado de
emergencia en la ciudad de población mixta judía-árabe de Lod, donde la
policía informó de disturbios por parte de los residentes árabes.
Una violencia que
el presidente israelí, Reuven Rivlin, calificó de "pogromo" (saqueos
y matanzas a la comunidad judía) por parte de "una multitud árabe sedienta
de sangre".
Algunos
observadores temen que los disturbios civiles se intensifiquen. En varias
ciudades mixtas del país, manifestantes con banderas palestinas quemaron
coches y propiedades, atacaron a automovilistas y se enfrentaron a la policía.
Según el ejército,
los ataques aéreos israelíes, los más intensos dese 2014, son una respuesta a
los "más de mil cohetes" lanzados por varios grupos armados desde la
Franja de Gaza hacia su territorio desde la noche del lunes.
De ese total, unos
850 cohetes cayeron en Israel o fueron interceptados por el sistema de
defensa aérea Cúpula de Hierro, y los demás se estrellaron en la Franja de
Gaza, según el ministerio israelí de defensa.
Ataques para
garantizar "calma duradera"
Hoy el ministro de
Defensa israelí, Benny Gantz, dijo durante una visita a la ciudad israelí de
Ascalón que "el ejército seguirá atacando para garantizar una calma
total y duradera" y aseguró que "solo cuando hayamos alcanzado este
objetivo podremos hablar de tregua".
Israel ha lanzado
cientos de ataques aéreos contra el enclave palestino de Gaza, controlado por
Hamás, dirigidos a lo que el ejército describe como emplazamientos militares
palestinos.
Además del creciente
número de muertos, más de 300 palestinos resultaron heridos, y muchos
fueron rescatados de las ruinas de los edificios. Del lado israelí, más de 100
personas resultaron heridas.
Hamás lanzó el
lunes por la noche una salva de cohetes como gesto de
"solidaridad" con los más de 900 palestinos heridos en los
enfrentamientos con la policía israelí en Jerusalén Este.
En el norte de
Gaza, cinco miembros de una misma familia murieron el martes por un ataque
israelí, entre ellos dos hermanos, Ibrahim y Marwan, que estaban llenando sacos
de paja.
"Estábamos
riendo y divirtiéndonos cuando de repente empezaron a bombardearnos. Todo
lo que nos rodeaba se incendió", dijo su primo, también llamado Ibrahim.
El anoche la
aviación israelí voló un edificio de al menos 12
plantas en el que tenían sus oficinas altos cargos de Hamás y
luego otro edificio de nueve plantas, en el que había un canal de televisión
local, viviendas y tiendas.
El ejército dijo
que el objetivo era el "jefe de inteligencia militar" de Hamás, Hasan
Kaogi, y al "director de contrainteligencia" del movimiento islamista
armado, Wael Isa.
Tras los ataques
nocturnos, Hamás lanzó una nueva andanada
de cohetes, de nuevo contra la ciudad Tel Aviv.
"Si (Israel)
quiere una escalada, estamos preparados", dijo el líder de Hamás, Ismail
Haniyeh, y pidió a las fuerzas de seguridad que se retiren de la Explanada de
las Mezquitas de Jerusalén Este, escenario en los últimos días de
enfrentamientos entre la policía y manifestantes.
Fuentes
diplomáticas afirmaron que la ONU, con la ayuda de Catar y Egipto, inició una
mediación con las partes "afectadas" para lograr una distensión.