Vecinas y vecinos del centro de la ciudad de Mérida, de la
calle 55 con 58 y 60, en el barrio de Santa Lucía, se manifestaron este 31 de
mayo contra los paraderos que se instalaron en frente de sus viviendas,
indicaron que el ruido que ocasionan los autobuses no les permite dormir en las
noches, además, señalaron que las personas dejan su basura y los operadores del
transporte usan parte de las casas como asientos.
También indicaron que las filas de usuarios que esperan el
transporte obstaculizan el acceso a sus casas. Son al menos 20 las personas
afectadas, quienes exigieron a las autoridades reubicar estos paraderos.
Con pancartas en manos o colocadas en las puertas de sus
viviendas, el grupo declaró su inconformidad contra los paraderos que han
puesto en la entrada de sus residencias. “Nuestro domicilio ahora es oficina de
las autoridades de transporte”; “mi casa convertida en espacio público, ¿a
usted le gustaría?” y “no más ruido, no más ruido, no más ruido” son algunos de
los mensajes que se observaron en los carteles.
Angélica Vázquez Molina, propietaria de una vivienda con una
antigüedad de más de 100 años, comentó que desde el mes de octubre del año
pasado se colocó esta estación en la puerta de su casa y que las autoridades
habían comentado que sería temporal, no obstante, recientemente instalaron un
letrero en la pared que indica en este espacio se encuentra un paradero de
camiones.
“Ya es definitivo”, lamentó. También indicó que los
autobuses de la ruta de Pensiones generan mucho ruido. “No puedes dormir, se
convierte en basurero, aquí se sientan las personas, los supervisores, aquí
ponen su oficina”, manifestó.
Asimismo, explicó que desde el año pasado interpusieron un
oficio a la Dirección de Transporte del estado para remover el paradero, pero
sólo les dieron excusas para conservarlo en este lugar, una de ellas fue que
“van a apoyar para recoger la basura”, contó. “Pero ¿y el ruido?”.
También dijo que tardó más de seis meses en trámites con el
Instituto Nacional de Antropología e Historia para poder construir una
jardinera en la puerta de su hogar y ahora es un basurero o la gente la use
para sentarse, declaró.
Ante esta situación, pide pongan los paraderos en otro lado,
que respeten a las familias y que se garantice la sana convivencia.
“Para salir de mi casa tengo que pedir permiso a la gente
que está aquí enfrente esperando su camión, pues obstaculizan la entrada”,
señaló Jorge Pérez, otro residente de la misma calle. A su vez, dijo que él
vive con su hermanita, quien padece de esquizofrenia, y el ruido no le permite
estar tranquila, teme que un día “se le crucen los cables” y haga algo en
contra de la gente, señaló.
También, en un cártel con fotografías evidenció como muchas
personas se suben en los espacios que hay en sus ventanas y se sientan y a
otras que dejan su basura, lo que le causa muchas molestias, ya que debería
estar tranquilo en su hogar, declaró.
Fuente: La Jornada Maya