Ella es Teresa Aurora Vega Cuéllar, la madre de familia que
fue asesinada ayer en una vivienda de Gran San Pedro Cholul, a manos de
sicarios que también mataron a balazos a un policía de la SSP Yucatán.
Su muerte ocurrió el mismo día que en el Congreso del Estado
se aprobaban reformas al Código Penal para aumentar a 60 años de cárcel a los
autores de feminicidio.
Esta pena podría aplicarse a los sicarios que la mataron,
pero también al autor intelectual del feminicidio, es decir, a quien contrató a
los sujetos para asesinarla.
El caso es bastante similar al de Ema Gabriela Molina Canto,
quien fue asesinada en 2017 por sicarios tabasqueños contratados por su ex
marido, Martín Alberto Medina Sonda, preso en un penal de Tabasco. Todos los
involucrados ya fueron sentenciados y están en prisión.
Ligia Canto, madre de Ema Gabriela, escribió ayer lo
siguiente:
“Mi hija Ema Gabriela Molina Canto fue asesinada, en Mérida,
por sicarios pagados por Martín Alberto Medina Sonda, estando preso en la
cárcel de Tabasco. Hoy en Yucatán, se ha repetido la historia, sicarios
asesinaron a una joven madre delante de su pequeña hija; en su huida, los
sicarios, asesinaron a un joven y heróico policía. Pobres familias, pobre
niñitos a los que han dejado huérfanos #DuelesYucatán #NiUnaMas”.
Otro mensaje de Ligia Canto indica:
“Lo que no mancha, pringa y el feminicida Martín Alberto
Medina Sonda ha pringado y contaminado a Yucatán, con su ejemplo de contratar a
sicarios para que asesinen”.
Sus amigos recuerdan a Teresa, quien al parecer trabajaba en
un banco Santander, como una persona “alegre, siempre determinada, siempre
auténtica”.
“Gracias por todo tu cariño, feliz de haber coincidido
contigo por tantos años en esta vida, vete tranquila, todo se resolverá y tus
hijos te admirarán. Hasta siempre mi Teresa, también te quiero amiga”, expresó
su amiga Giusi Alfeo.
El grupo de scouts Chaac, al que perteneció Teresa, también
la recordó y envió sus condolencias.
Teresa se enfrentó en silencio a su ex pareja, pues no
interpuso ninguna denuncia penal contra él, pese a que el sujeto la hostigaba
durante el proceso legal que sostenían por la custodia de la hija.