Donald Trump hizo una llamada a Palacio Nacional. Lejos de realizar reclamos o lanzar amenazas sobre endurecer la política binacional, lo primero que el mandatario estadounidense enunció fue una porra: “¡México, México, México!”
El magnate neoyorquino, narra el presidente Andrés Manuel López Obrador en su más reciente libro, respaldó a nuestro país luego de que la secretaria de Energía, Rocío Nahle, rechazó en 2020 que la OPEP obligara a México a reducir en 350 mil barriles diarios su producción petrolera en medio de la crisis del COVID-19, lo cual causó que las negociaciones entre los principales países productores de crudo se detuvieran.
No obstante, Trump lo convenció, cuenta López Obrador, de que nuestra nación avalara el acuerdo o de lo contrario colapsarían los precios del energético a nivel mundial. A cambio, Estados Unidos haría un recorte adicional de 250 mil barriles, con la finalidad de que México sólo redujera 100 mil barriles a su producción de petróleo.
“Por eso Trump comenzó la llamada exclamando: ‘¡México, México, México!’, para luego decirme que se escuchaba el nombre de nuestro país por todas partes porque éramos los únicos en no aceptar la cuota de reducción de petróleo”, platica AMLO en A la mitad del camino.
En el libro, el mandatario mexicano cuenta que, debido a su relación de amistad con el republicano, hubo un “pacto de silencio” sobre el muro fronterizo. Reconoce que, en su visita a Washington el año pasado, llegó a haber cierto temor de que Trump, en plena efervescencia electoral, hiciera comentarios sobre el muro, la cual fue una de sus principales promesas de campaña en 2015.
Incluso, revela AMLO, desde que salió en la mañana con dirección a la Casa Blanca, tenía preparado en la bolsa de su saco un poema de Nicolás Guillén que se llama “La muralla”, con la finalidad de entonarlo en caso de que Trump hiciera comentarios públicos sobre el muro.
“Y me había preparado para rematar, si las circunstancias lo demandaban: ‘En vez del muro construyamos una muralla alrededor del hemisferio: la muralla de la fraternidad universal”, narra el presidente.
“Afortunadamente, no fue necesario usar ese misil; el presidente Trump continuó comportándose como un caballero”.
López Obrador indica que la visita en la Casa Blanca fue tan fraterna, que cuando se realizó la cena privada, a la que asistieron importantes empresarios como Carlos Slim, todos soltaron carcajadas y aplausos cuando el presidente estadounidense dijo: “¡Ya no hay prensa, ahora sí podré hablar del muro!”
·”Por supuesto, en la cena no se habló del muro”, remata AMLO.
El mandatario federal describe las distintas ayudas y favores de Trump a México: como enviar mil ventiladores para atender a pacientes graves de COVID-19.
Otro pasaje importante, sobre su relación, sucedió cuando López Obrador, en una llamada telefónica, le propuso que se eliminaran temporalmente las comisiones a la remesas que los paisanos migrantes envían a sus familiares, algo a lo que Trump, casi gritando, se opuso con un “No, no, no”, pues justo estaba pensando en aumentar esas comisiones para financiar el muro, que fue la primera vez donde se mencionó explícitamente ese tema.
AMLO narra que, por suerte y sin su “lentitud acostumbrada” al hablar, le hizo saber al presidente estadounidense que “hablando en plata” el muro no sirve de nada, pues las autoridades mexicanas acababan de descubrir un túnel desde a Tijuana a San Diego, que pasaba justo por debajo de la aduana americana, e incluso ofreció enviarle evidencia audiovisual.
“La verdad es que (Trump) no aguantó la risa y me dijo que no podía conmigo. Ni él ni yo continuamos con el tema de las comisiones y del muro y se acabó en buen plan la comunicación, quedando vigente el pacto de silencio sobre el famoso muro”, menciona el mandatario federal.