El director de la Reserva de la Biósfera del Caribe
Mexicano, José Juan Domínguez informó que identificaron a dos migrantes centroamericanos
que han realizado quemas ilegales en la selva para acorralar jaguares y
darles muerte para vender sus pieles.
La identificación de estos migrantes centroamericanos se
realizó en conjunto con autoridades federales y organizaciones locales y ya se
trabaja con el Instituto Nacional de Migración (INM) para determinar cómo se
procederá para sancionar a estas personas.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al
Ambiente (Profepa), la sanción por cazar ilegalmente un ejemplar de vida silvestre
protegida como el jaguar, es de uno a nueve años de prisión y multa de 50 a 50
mil Unidades de Medida y Actualización (UMA).
En México el jaguar está catalogado como una
especie en peligro de extinción, bajo la protección de la Norma Oficial
Mexicana 059-Semarnat-2010, y su cacería está vedada desde 1987 y el sureste
alberga la mayor población de jaguares de la que se tiene registro en México,
según el último Censo Nacional del Jaguar, publicado en 2018.