Descubren una canoa maya en un cenote en Yucatán

18 noviembre 2021
Noticias de Yucatán. 

Los trabajos de construcción de la vía del tren maya, un proyecto de gran envergadura destinado al transporte de pasajeros y mercancías a lo largo de la península del Yucatán y cuya puesta en marcha está prevista para el año 2024, han deparado a los arqueólogos una grata sorpresa. En una cueva localizada en el interior de un cenote cerca del sitio arqueológico de Chichén Itzá se han descubierto los restos de una canoa de época maya, de madera, prácticamente intacta, de 1,60 metros de largo, 80 centímetros de ancho y 40 de alto.

UN DESCUBRIMIENTO CASUAL

El descubrimiento se llevó a cabo durante unos trabajos de prospección en la zona, tras el descubrimiento de un nuevo sitio arqueológico al cual los arqueólogos han bautizado como San Andrés, cuando un equipo de arqueólogos subacuáticos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) localizó, en un cenote junto al sitio, una cueva que estaba cinco metros por debajo del nivel actual del agua del cenote y decidieron entrar a ver qué escondía en su interior. El equipo estaba dirigido por la arqueóloga Helena Barba Meinecke, responsable de la Subdirección de Arqueología Subacuática de la península de Yucatán, que fue quien halló la canoa. Cuenta la investigadora que el descubrimiento lo hizo mientras se encontraba en una parada de seguridad durante su inmersión. Cuando quiso comprobar hasta dónde llegaba el agua en época prehispánica, Barba vio una cavidad en el cenote y penetró en su interior. De repente, se topó con lo que parecía el tronco de un árbol, pero cuando lo tocó y lo miró de frente, se dio cuenta de inmediato de que no se trataba de ningún tronco.

Barba vio una cavidad en el cenote y penetró en su interior. De repente, se topó con lo que parecía el tronco de un árbol, pero cuando lo tocó y lo miró de frente, se dio cuenta de inmediato de que no se trataba de ningún tronco.

Un grupo de arqueólogos durante los trabajos en el interior de la cueva, donde se descubrieron asimismo fragmentos de cerámica, como se ve en la imagen. 

El interior de la embarcación presentaba unos cortes rectos que no podían ser obra de la naturaleza, sino que parecían hechos por la mano del hombre, tal como confirmaron estudios posteriores llevados a cabo por especialistas en navegación maya y arqueólogos de la parisina Universidad de la Sorbona. De hecho, su inspección, "denotó la presencia de cortes simétricos realizados para la creación de una cubierta sin bordas, lo cual hizo evidente que se trataba de una canoa tipo plataforma. La pequeña canoa podría haberse empleado para la extracción de agua del cenote o para el depósito de ofrendas durante algunos rituales", según los investigadores.

LOS RESTOS MEJOR CONSERVADOS

Se trata de la primera vez que se localiza una canoa de estas características y tan bien conservada en el área maya, ya que antes del hallazgo se habían encontrado tan solo fragmentos de embarcaciones y de remos tanto en Guatemala como en Belice. La canoa ha sido asociada por los investigadores al sitio de San Andrés (que a su vez estuvo muy probablemente vinculado a Chichén Itzá) y ha sido datada en el Clásico Terminal (830-950 d.C.). Este mes de noviembre está prevista una nueva prospección de la cueva donde apareció esta singular canoa que contará con la participación de un equipo de investigadores de la Universidad de la Sorbona, bajo la dirección de la doctora Alex Blaire, con el objetivo de precisar aún más su antigüedad y averiguar con qué clase de madera se construyó.

Se trata de la primera vez que se localiza una canoa de estas características y tan bien conservada en el área maya, ya que antes del hallazgo se habían encontrado tan solo fragmentos de embarcaciones y de remos tanto en Guatemala como en Belice.

Incensario en excelentes condiciones de conservación hallado durante la excavación en el interior de la cueva.

En el cenote, a 50 metros de profundidad, también se localizaron otros objetos, entre ellos una osamenta humana y fragmentos de cerámica, además de restos de pintura mural en el área de acceso y en las paredes, manos pintadas en el techo, un incensario completo, una estela, un cuchillo ritual y más de 40 vasijas rotas ex profeso. Todo esto hace pensar a los investigadores que el descubrimiento puede relacionarse con algunos rituales religiosos que fueron practicados en este recóndito lugar por los antiguos mayas yucatecos.​

National Geographic!

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