Además del caso que se conoció de forma reciente, de abuso sexual contra una menor de edad, existe el antecedente de otras dos denuncias de acoso y abuso hacia alumnas en contra de José de Jesús Covarrubias Dueñas, quien así continuó como profesor, fue ascendido como director de una división de estudios y luego se convirtió en magistrado en Jalisco.
Así lo documentó y reportó el Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer? (CLADEM), lamentando la impunidad que ha prevalecido respecto a este funcionario, acusado desde hace al menos 7 años.
De acuerdo con CLADEM, que tiene bajo resguardo copias de la denuncia que presentó desde 2014 una de sus alumnas, el acoso y hostigamiento comenzó cuando la joven tenía dos semanas de haber iniciado el servicio social en el departamento de derecho público de Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara, donde Covarrubias era profesor.
En la primera ocasión, “la llevó intencionalmente a la librería que está dentro de las instalaciones, a las 17 horas, con el pretexto de regalarle un libro de su autoría, la librería ya estaba cerrada, aprovechó que al ir subiendo a las escaleras con él, la acorraló, la abrazó, le dio un beso en la mejilla, le dijo que la admiraba mucho y que quisiera tener más alumnas como ella”, detalla el acta universitaria.
En otro momento, la joven tenía las dos manos ocupadas al sostener unas bebidas. En eso llegó Covarrubias y le dijo “así te quería agarrar”. La tomó de la cintura, abrazándola y dándole un beso en la mejilla. La víctima advirtió que tenía aliento alcohólico.
Unas semanas después, la citó a su privado. “La tomó de sus manos, le dijo que la iba a robar, que no podía dejar de pensar en ella, que le gustaba mucho y que le invitaba a donde quisiera ir a comer, beber o a donde ella quisiera. Ella le dijo que sus papás no le permitían salir y que, además, no le parecía conveniente salir con el profesor. Él manifestó que le podía conseguir un trabajo en la embajada de México en España. Que él había estado ahí y que tenía muchos amigos ahí.
“Como la alumna se negó, entonces comenzó la táctica y comenzó a violentarla”, explica Alejandra Cartagena, también integrante de CLADEM.
Le pidió que fuera a su oficina porque estaba atendiendo a un embajador. Le dijo que le sirviera un vaso de agua, lo que implicó que ella se agachara hacia el garrafón, y él mirara sus piernas.
Otro día le pidió que pasara a su privado y, en presencia de 4 hombres, incluso el chofer, comenzó a gritarle y a decirle que no sabía quién era él, pues podía hacer desaparecer su expediente de la universidad, y correrla.
Finalmente, la citó por la tarde noche en su oficina, le pidió que revisara un programa académico, y le amenazó que de no acudir se tendría que atener a las consecuencias. Por ese motivo, la joven fue acompañada por su padre hasta que culminaron sus últimas semanas en la Universidad.
En lugar de ser sancionado, Covarrubias fue ascendido a director de la división de estudios jurídicos del Centro Universitario.
“Esto fue un duro golpe para la víctima, pero también para el personal académico que en su momento, como se advierte en las actas, piden que se tomen acciones en contra de alguien que ni siquiera debería de estar como profesor en la Universidad de Guadalajara”, relata Guadalupe Ramos Ponce, integrante de CLADEM.
Desde hace una semana, la Universidad de Guadalajara separó del cargo al académico, quien también fue suspendido de su puesto como magistrado de la Quinta Sala especializada en materia civil del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco.
Por el caso, la Universidad de Guadalajara respondió a Animal Político que revisan el caso a profundidad y darán seguimiento a las denuncias.
Ramos insistió en que si esta medida se hubiera hecho hace 7 años, cuando esta víctima había denunciado, se hubieran prevenido muchas otras violencias, como la ocurrida a la menor de edad.
La otra denuncia que tienen documentada, señala Alejandra Cartagena, también integrante de CLADEM, es de una mujer de ahora 42 años, que cuando tenía 15 años fue abusada sexualmente presuntamente por Covarrubias.
Entonces él era prefecto de la preparatoria donde era alumna. En este caso no se detalló cuál era el colegio donde ocurrieron los hechos.
Tanto en los casos que registra CLADEM, como en el que dio a conocer el Colegio de Juristas Nacional del Estado de Jalisco sobre abuso a una menor de edad, las víctimas han tenido miedo.
“Y siguen con miedo porque el tipo era muy poderoso, claro, si yo denuncio a alguien y en lugar de sancionarlo, lo premian, lo nombran director de la división y luego lo impulsan a llegar a ser magistrado, pues claro que ellos tienen mucho miedo de hablar, entonces ¿cuántas víctimas pensamos que van a acudir? A ese lugar que históricamente las ignoró y que generó todas las condiciones para que se diera esa impunidad”, sentencia Guadalupe Ramos.