El Banco de México decidió no quedarse atrás, y ahora forma parte de los bancos centrales en el mundo que están considerando lanzar su propia moneda digital, aunque para hacerlo realidad deberá enfrentar varios retos y tomar decisiones importantes.
Fue a través de la cuenta de Twitter del Gobierno de México que se anunció la intención del banco central de explorar esta tecnología, lo que causó algunas respuestas negativas porque el Banco de México es autónomo y debería ser éste quien comunique dichas decisiones.
“El @Banxico informa que hacia 2024 tendrá una moneda digital propia en circulación, por considerar de suma importancia estas nuevas tecnologías y la infraestructura de pagos de última generación como opciones de gran valor para avanzar en la inclusión financiera en el país”, fue el mensaje emitido en la red social.
Considerando que el organismo central anteriormente fue muy crítico de las criptomonedas, en particular del bitcoin, es probable que lo que se lance para 2024 sea lo que se conoce como moneda digital del banco central (CBDC, por sus siglas en inglés).
Un estudio, realizado por la Sociedad para las Comunicaciones Financieras Interbancarias Internacionales (SWIFT, por sus siglas en inglés) y Accenture, encontró que más de la mitad de los bancos centrales en el mundo están considerando la opción de lanzar sus propias monedas digitales para entrar a esta era.
Esto con el fin de responder a las criptomonedas y, al mismo tiempo, reducir el riesgo en los mercados mayoristas y mejorar los pagos en el comercio electrónico, entre otras razones.
LAS DESICIONES
El reporte detectó varias áreas en las que se deben poner atención al desarrollar monedas digitales en los bancos centrales. Por ejemplo, se requerirá de una infraestructura y tecnologías adecuadas, la capacidad de administrar los datos sobre los pago en una forma estandarizada, establecer fuertes controles de identidad, autenticación para combatir el fraude e interoperabilidad tanto local como internacional. A esto se añade la decisión sobre cómo se utilizará la moneda digital, es decir, ¿funcionará de manera similar al efectivo, para liquidaciones interbancarias o cómo depósito público?
De acuerdo con el reporte Monedas digitales emitidas por bancos centrales, realizado por BBVA, la emisión de éstas constituye una alternativa al dinero en efectivo, pero abre otras posibilidades, como mejorar el funcionamiento de los sistemas de pago al por mayor; sustituir el efectivo o mejorar instrumentos de política monetaria.
LOS CASOS
El Banco Nacional de Camboya fue el primero en lanzar su propia moneda digital el 28 de octubre de 2020, la cual se basa en una tecnología blockchain desarrollada en conjunto con la firma japonesa de tecnología financiera Soramitsu.
La moneda digital lleva el nombre bakong, admite transacciones tanto en riel camboyano como en dólares y se puede utilizar a través de una aplicación móvil.
Cerca de la misma fecha, el Banco Central de Bahamas también lanzó su moneda digital llamada
Sand dollar, la cual requirió varios años de desarrollo con el objetivo de proteger a su sistema financiero contra las constantes interrupciones que ocurren cada vez que el país experimenta un desastre natural.
El tercer país líder es China, que firmó un acuerdo con Ant Group, la filial de tecnología financiera de Alibaba Group, para construir una plataforma para su moneda digital soberana llamada yuan electrónico o e-yuan.
EL POSIBLE PLAN DE BANXICO
El banco central indicó que se encuentra trabajando en el estudio y desarrollo de una plataforma encaminada a la implementación de una moneda digital, tomando como base las características que hoy ya posee la infraestructura de compensación y liquidación del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios.
Lo anterior significa operatividad 24/7, pagos instantáneos, alta disponibilidad, estandarización de procesos y medidas robustas para administración de riesgos y ciber-resiliencia.
El banco central dio más detalles en el documento Estrategia de Pagos del Banco de México a diciembre de 2021, como que el proyecto tiene entre sus objetivos la apertura de cuentas para el registro de una moneda digital, tanto para personas bancarizadas como no bancarizadas. Servirá para ampliar las posibilidades de pago y sentar las bases para la innovación nacional.