Una mujer enfrenta cargos de homicidio por la muerte de Le'Stone Jones, de 24 años, ya que usó el préstamo del Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP, en inglés) por covid-19 para que dos hombres la asesinaran, según la policía.
Le'Shonte Jones recibió un disparo a plena luz del día el 3 de mayo de 2021, fuera de los apartamentos de Coral Bay Cove. Ella murió en la escena. Su hija de tres años también fue golpeada y herida.
Según el diario South Florida, la policía informó que Jasmine Martínez de 33 años fue la autora intelectual del ataque y contrató a Javon Carter, de 29 años y Romiel Robinson de 35 años para realizar el homicidio.
Días antes de la muerte de Jones, Martínez había retirado alrededor de 10 mil dólares del PPP que había recibido. La orden de arresto señala que lo utilizó para pagar a Carter por el crimen.
Los investigadores dijeron que Martínez conocía a la víctima y que había sido arrestada y acusada en 2018 por haber tenido un altercado físico con ella.
Además, también está involucrado el ex novio de Martínez, Kelly Nelson, quien está en la cárcel por cargos relacionados por presuntos robos y la policía investiga por el asesinato de Jones, ya que descubrieron llamadas telefónicas desde la cárcel.
Martínez le dijo a Nelson, en una llamada realizada el 11 de febrero de 2021, que estaba "lista para ir a matar" a Jones y que éste tenía que "morir".
Al día siguiente, Robinson, que era el nuevo novio de Martínez, se puso en contacto con Carter, dicen las autoridades. Poco después, Robinson se comunicó con Carter para obtener un precio por el asesinato.
Según la investigación, Carter acudió al complejo de apartamentos de Jones el 30 de abril y el 1 de mayo para realizar labores de vigilancia. Se le acusa de haberle disparado varias veces el 3 de mayo mientras caminaba hacia su casa con su hija.
Los tres sospechosos fueron acusados de asesinato en primer grado de Jones y de intento de asesinato de su hija, según los registros en línea. Robinson y Martínez también fueron acusados de conspiración para cometer un asesinato. Jonathan Jordan, abogado de Robinson, afirmó que se declararon inocentes.