Era 6 de diciembre de 2018. El secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, designó al hombre que sería el responsable de la gestión de la pandemia por coronavirus en México: Hugo López-Gatell Ramírez. Un médico especialista en medicina interna, Maestro en Ciencias Médicas y Doctor en Epidemiología.
Gatell Ramírez, perteneciente a una familia de médicos, nació en la Ciudad de México, donde sus padres —un químico y una enfermera —se conocieron. Se formó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se convirtió en catedrático a los 30 años.
Hasta entonces, era símbolo de lo mejor de México en la academia, la cultura y la generosidad. Pero tomó la batuta. Con un buen manejo del lenguaje y varios reconocimientos internacionales se convirtió en el zar contra la pandemia por COVID-19.
López-Gatell se implicó para que millones de mexicanos pudieran entender una enfermedad poco conocida. Intercedió en varias ocasiones por su jefe, el titular del Ejecutivo Andrés Manuel López Obrador, olvidándose a veces, del deber científico e inclinado a la defensa política.
El presidente insiste en que el médico ha hecho lo que ha podido con un sistema de salud quebrado desde los “gobiernos neoliberales”. Sus detractores, en cambio, le reprochan haber minimizado la gravedad de la pandemia, despreciar el uso de los cubrebocas y sobre todo las cifras: 308 mil 829 defunciones desde que inició la emergencia sanitaria. Estimó que el escenario catastrófico sería de 60 mil fallecimientos por la enfermedad.
Un ejemplo reciente de acusaciones contra López Gatell ocurrió el pasado mes de enero, cuando ciudadanos asesorados por el abogado, Javier Coello Trejo, decidieron proceder legalmente contra el funcionario por el delito de “homicidio por omisión”, relacionado al manejo del doctor frente a la pandemia.
Para Coello y los demandantes —la mayoría familiares de personas muertas por coronavirus— Hugo López-Gatell tomó decisiones cuestionables durante la emergencia sanitaria, como pedirle a los ciudadanos que se quedaran en casa si los síntomas no eran graves.
“Si en México se desliga la política de la justicia, López-Gatell tendrá que presentarse ante un juez y responder por la irresponsabilidad y la falta del deber que como subsecretario la ley le otorga”, ha declarado el jurista, quien difundió un correo electrónico para sumar a más personas sin cobrarles su representación, según ha prometido.
Se presentó la denuncia porque, de los fallecidos, uno es papá de uno de mis abogados y el otro es esposo de una de mis empleadas
A principios del 2021, en pleno pico de la pandemia, el funcionario generó polémica tras darse a conocer imágenes de él y su pareja en una playa de Oaxaca. La pareja vacacionaba cuando las indicaciones desde las autoridades permanecer en casa.
Los senadores del Partido Acción Nacional (PAN), advierten que López Gatell no ha sabido lidiar con la pandemia. Es por eso que en 2020 presentaron una denuncia por las acciones, omisiones y negligencias en la atención y manejo de la crisis de COVID-19.
En los últimos meses, López Obrador ha advertido que Gatell se convirtió en una víctima de la grilla política. Lo que sucedió con los miembros del partido Movimiento Ciudadano que juzgaron la “ineptitud e incompetencia” del funcionario.
Desde el primer día de este año, los contagios por Omicrón se han disparado en México. Esto ha provocado que un centenar de hospitales registren altos porcentajes de ocupación; sin embargo, las vacunas han ayudado a frenar la gravedad del virus. En algunos estado se ha regresado al confinamiento, una acción que discurre con los planes de López Gatell y del presidente, quienes se permitieron pensar en el regreso a la normalidad en 2022.
López Gatell también causó polémicas en tiempos de desabasto. En junio del año pasado, declaró que el caso de la escasez de medicamentos oncológicos para niños era una mentira con fines golpistas, una campaña de los grupos de derecha que buscan crear una ola de simpatía en la ciudadanía mexicana.
A finales de febrero de 2020 el funcionario comenzó con las llamadas conferencias vespertinas, donde se daba seguimiento a los avances del coronavirus en México cada 24 horas. Ese espacio indicaba las medidas a seguir, atendían dudas generadas por la población y dirigía las políticas a tomar en el resto del país.
El encuentro con medios, las opiniones o análisis eran bien vistos, porque el científico explicaba de lo desconocido. Incluso se formaron seguidores para alabarlo. Sin embargo, las controversias, justificaciones al presidente por no usar cubrebocas o no frenar sus giras, además del aumento de los contagios y las muertes, desgastaron la imagen del especialista.
En junio de 2021 se terminaron las vespertinas para transitar a un esquema de comunicación distinto. Pero las atribuciones de su responsabilidad ya han quedado en casi dos años de pandemia.