Derivado del hackeo que sufrió la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA), trascendió información sobre la creación de una aerolínea comercial por parte del Estado mexicano que fue ratificada por el presidente Andrés Manuel López Obrador esta mañana desde Palacio Nacional en su habitual conferencia matutina.
El mandatario confirmó la intención por crear una una línea a cargo de la empresa Olmeca Maya Mexica, con la inclusión del avión presidencial entre la flotilla a utilizar. Además, diez aeronaves más, de las que especificó ninguna se compraría, sino que serían arrendadas. Entre las responsabilidades que serán destinadas a la paraestatal están la administración del Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles (ya en curso).
“Se está trabajando en la posibilidad de que se tenga un proyecto para contar con una línea aérea que maneje la misma empresa que va a tener a su cargo el Tren Maya y los aeropuertos. (...) Se contempla el avión presidencial, es decir, entregarlo a la empresa que va a manejar”, refirió. Una información de la que aseguró, no tenía conocimiento que se había filtrado.
Con el caso de Guacamaya Leaks en la agenda pública, la instauración de una nueva aerolínea es una opción que se analiza ante la rentabilidad que esta representaría. Aunque eso sí, es una situación que todavía se encuentra en fases de estudio, pero que se vislumbra para ser una realidad para el 2023. Además, otra de los propósitos es poder crear nuevas rutas hacia ciudades que no cuentas con conexiones directas por cielo.
“Hace falta que haya más servicio en el primer análisis que se hizo se habla de que es rentable la empresa, pero todavía no decidimos. Vamos a seguirlo tratando. Es muy probable que para el año próximo esté esta línea aérea. Hay muchos sitios a los que no se puede llegar por avión porque no son atendidos por las líneas actuales. Hay ciudades donde antes habían vuelos y ahora ya no hay.
“El avión presidencial no lo usamos porque costaría muchísimo. Cuesta mucho operarlo, no ahorramos todo eso. Pero al pasarlo a esta empresa se va a rentar para vuelos largos porque ese avión no se debió comprar para vuelos en México. Para que ese avión fuese eficaz tiene que tener un promedio de vuelo de cinco horas”, explicó López Obrador.
López Obrador reiteró que la creación de la línea es un proyecto que bien podría quedarse sólo en eso. Sin embargo, precisó que de ser así, la renta del avión presidencial para eventos privados seguiría en pie pues, desde principios del año el mandatario ya había propuesto este destino para la aeronave ante no haber podido concretar su venta en poco más de tres años.
El vehículo se trata de un Boeing 787-8s de la serie Dreamliner que fue adquirido hace una década, entregado en 2016 y utilizado por el entonces mandatario Enrique Peña Nieto. Una de las polémicas más recordadas de su sexenio ante el alto costo de su operación (aunque en la compra también tuvo que ver su predecesor Felipe Calderón). El avión cuenta con capacidad para 80 pasajeros y durante su servicio estatal registró 214 vuelos en 2 años y 10 meses.