Con la publicación del nuevo reglamento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) se formalizó que mil 632 académicos del sector privado dejen de recibir el estímulo a partir del próximo año y al mismo tiempo que los funcionarios pertenecientes a este sistema lo puedan cobrar.
Las nuevas modificaciones permiten que miembros del SNI que tienen un cargo en el gobierno puedan recibir el apoyo económico, según lo establece la fracción III del artículo 62.
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“Las y los integrantes del SNI que asuman un cargo en la administración pública podrán seguir recibiendo apoyo económico independientemente de que cumplan o no con el requisito establecido en la fracción I de este artículo, siempre que tengan una licencia sin goce de sueldo o equivalente en su institución de adscripción o una comisión donde gocen de un máximo del 5 por ciento de su sueldo, en cuyo caso deberán seguir cumpliendo con las obligaciones a las que se refiere el artículo 71 del reglamento”, indica el reglamento.
De esta manera, funcionarios como la secretaria de la Función Pública (SFP), Irma Eréndira Sandoval; la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell; y dentro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la directora general, María Elena Álvarez-Buylla, y el director de posgrado, Antonio Saldivar Moreno, podrían tener acceso al estímulo que les otorga su nivel de investigador.
Esto sin necesidad de realizar publicaciones científicas, dirigir trabajos de grado o dar clases en alguna institución de educación superior, como lo hacen el resto de los integrantes del SNI.
En el documento que el Conacyt envió a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), para su revisión, argumentó ahorros con la cancelación del estímulo a científicos del sector privado, pero no explicó la carga presupuestal que significaría el apoyo para los integrantes del SNI en algún cargo público.
Científicos muestran inconformidad
Con la publicación del nuevo reglamento en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el Conacyt cortará el apoyo a los investigadores que por años, sin importar su adscripción en institución privada, han contribuido al desarrollo de la ciencia y tecnología en nuestro país.
Así lo denunciaron los científicos en redes sociales. Por ejemplo, el doctor Miguel Ángel Méndez-Rojas, profesor de tiempo completo del departamento de Ciencias Químico- Biológicas de la Universidad de las Américas Puebla, aseguró que es “pecado trabajar en el sector privado”.
Relató que es parte del SNI desde enero de 2002 y que entre agosto de 2001 y diciembre de 2002 tuvo un proyecto financiado por el Conacyt en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), donde fue codirector de una tesis de licenciatura y publicó cuatro artículos de investigación.
“Obtuve un donativo de 20 toneladas de libros y revistas para la biblioteca”, relató en su cuenta de Twitter.
Además, contó un poco de su trayectoria, en la que ha colaborado en la formación de vocaciones científicas, “dos de mis ex estudiantes hicieron su posgrado en el extranjero gracias a las recomendaciones y consejos que les di. Uno de ellos ahora trabaja en una universidad texana, el otro regresó a México y trabaja en la UAEH, donde es miembro del SNI nivel II”.
Agrego que “al moverme a la UDLAP continué con mis actividades como miembro del SNI: he sido director o codirector de 96 estudiantes (10 de doctorado, ocho de maestría, el resto de licenciatura); 16% de mis tesistas son de instituciones públicas y 42% es en colaboración con IES públicas”.
“Durante todo este tiempo he publicado más de 110 artículos de investigación en revistas internacionales arbitradas, 18 capítulos en libros científicos con editoriales internacionales y escrito tres libros de divulgación científica y traducido un libro publicado por el FCE. Durante 12 años mantuve y edité una revista de (Aleph Zero) que fue pionera de la divulgación científica en internet. He impartido más de 400 charlas, talleres y conferencias de divulgación científica que han impactado a más de 25,000 estudiantes y profesores”, indicó.
Asevero que “han sido ya casi 20 años de trabajo en México, despertando vocaciones científicas, para impulsar las capacidades científicas y tecnológicas de jóvenes con amor por la investigación. La discriminación a la que hoy Conacyt nos sujeta al no reconocer igualdad de derechos es injusta”.