El número de muertos en prácticas de ayuno extremo promovidas por una secta religiosa en un bosque de Kenia se elevó a 201, tras el hallazgo de 22 nuevos cuerpos, informó una funcionaria gubernamental de este país de África oriental.
La prefecta regional, Rhoda Onyancha, informó además que 26 personas ya fueron detenidas en relación con la masacre del bosque de Shakahola, entre ellas el extaxista Paul Nthenge Mackenzie, "pastor" de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, que incitaba a sus adeptos a privarse de comida para "encontrar a Jesús".
Mackenzie, de 50 años, se entregó a las autoridades el 14 de abril, tras el descubrimiento de las primeras fosas. Desde entonces ya se hallaron unas cincuenta. Él asegura que cerró su iglesia en 2019 y se mudó a su propiedad en una zona boscosa para dedicarse al cultivo.
La búsqueda de otros cuerpos se interrumpirá durante dos días, para permitir reorganizar la investigación, y se reanudará el martes, indicó Onyancha.
Entre los detenidos figuran igualmente los miembros de una "banda de matones", que vigilaban que nadie rompiese el ayuno o intentase huir del bosque, precisó.
Las autopsias revelaron hasta el momento que la mayoría de las víctimas -entre ellas varios niños- pereció de hambre, aunque también hay indicios de personas estranguladas, apaleadas o asfixiadas, según el forense del gobierno, Johansen Oduor.
Autoridades sospechan actos de tráfico de órganos humanos
A algunos cuerpos se les había extraído ciertos órganos, lo cual levantó sospechas de "un tráfico de órganos humanos bien coordinado que implica a varios actores", según un acta judicial establecida el lunes pasado.
El ministro del Interior keniano pidió sin embargo el martes tratar esa sospecha "con cautela", dado que por el momento se trata "de una teoría en curso de investigación".
Onyancha indicó que recibió denuncias de unas 600 personas desaparecidas, algunas de ellas de aldeas cercanas al bosque de Shakahola.
Las sectas son comunes en Kenia, cuya sociedad es muy religiosa. La policía ha interrogado a otros líderes religiosos en el país cuyas enseñanzas se cree son desorientadoras y opuestas a los derechos humanos básicos.
El presidente William Ruto creó una comisión para investigar cómo es que cientos de personas pudieron ser convencidas de morir de hambre, y para recomendar acciones a las instituciones que no actuaron.
Mackenzie también está acusado de las muertes de menores ocurridas en su iglesia, en un caso separado que sigue adelante. Los residentes de las inmediaciones fueron quienes alertaron cuando los seguidores del pastor se mudaron a la zona boscosa. * Con información de AP