El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público es la medida más amplia de la deuda, es decir, prácticamente el total de lo que debe el sector público federal en su conjunto, reporta el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Ante la pregunta ¿cuánto tendríamos que pagar si tuviéramos que saldarla? Para el cierre de 2024, dicho instituto estima que cada mexicano tendría que aportar 126 mil 917 pesos, es decir, un aumento de 43 mil 170 pesos en comparación con 2018, cuando empezó el sexenio.
Recordemos que, por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advirtió en septiembre del año pasado que el aumento del déficit fiscal propuesto por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para 2024 hará que los niños que nazcan en ese año lo harán debiendo 126,000 pesos.
¿De dónde se origina la deuda del gobierno?
Así como sucede en todos los hogares mexicanos, endeudarse puede resultar bueno si el resultado final es la generación de mayores ingresos a través de inversión en educación, en un negocio propio o cualquier otra estrategia que beneficie a todos los miembros de la familia.
En cambio, endeudarse para comprar el super o pagar las cuentas del día a día, no necesariamente es productivo. Al menos, eso señalan los especialistas, pues cuando el monto de la deuda supera lo que el gobierno planea gastar en inversión pública a nivel nacional no implica otra cosa sino que el mismo gobierno se endeuda para pagar el gasto corriente. Desde luego, sería mucho más productivo y favorecedor a largo plazo que se invirtiera en educación, salud y seguridad. ¿Eso te hace sentido?
Aquí más detalles: Déficit fiscal para 2024 hará que niños que nazcan ya deban 126,000 pesos: Coparmex
Digamos que, es como si una familia mexicana siguiera un presupuesto, lo respetara, ahorrara e invirtiera ese capital para generar rendimiento y mayor riqueza al paso del tiempo.
Sin duda, la deuda pública sigue siendo un tema pendiente en la política fiscal, es esencial priorizar inversiones que fomenten el crecimiento económico y establecer las políticas públicas que lejos de heredar obligaciones cada vez mayores a las generaciones del futuro, realmente sean capaces de generar mayores ingresos y bienestar a la sociedad.