La agrupación Hagamos ruido contra el ruido en Mérida visitó este jueves las instalaciones de la Secretaría de Desarrollo Urbano para presentar 25 acciones legales entre denuncias y reincidencias.
Una de las denuncias es en contra del restaurante Catrín, ubicado en el Corredor Gastronómico y Turístico, en ella señalan que personal del lugar disparó con un arma a la cámara de vigilancia de un vecino, quien anteriormente ha expuesto al establecimiento por el ruido.
“Todo esto la cámara de seguridad lo grabó, se ve el momento en el que dispara y pega a una cámara también y un empleado del restaurante cruzó la calle y abofeteó al vecino”, dijo Gabriel Olivares, vecino y miembro de Hagamos ruido contra el ruido en Mérida.
Por este incidente de violencia, se interpuso una denuncia ante la Fiscalía de Yucatán y también se reportó con miembros de la agrupación de vecinos.
“Insisto, el reglamento existe, no es que estemos desamparados. Llegamos al desamparo porque la administración no hace valer ese reglamento”.
Los vecinos que asistieron a las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Urbano recibieron actualizaciones de sus casos.
Bares, restaurantes y un taller mecánico han sido denunciados por infringir el reglamento de Protección al Ambiente y del Equilibrio Ecológico del Municipio de Mérida, la cual prohíbe emisiones de ruido y vibraciones que rebasen los límites máximos permisibles provenientes de fuentes fijas y estacionarias. Los límites permisibles varían según las zonas y horarios.
En el caso del taller mecánico, ya ha sido clausurado por problemas de ruido, sin embargo, personal del lugar quitó los sellos y continúan laborando.
“Muchos hemos encontrado que nuestros casos avanzan y cuando ya se va a requerir apoyo de Desarrollo Urbano, ahí es un muro”.
Gabriel Olivares expuso que también atravesó problemas por el ruido de otro domicilio en su propiedad.
“En mi caso el ruido ocurría 24/7, ni siquiera puedo decir que empeoraba los fines de semana, era a la hora que sea”. Se trataba de una familia la que sostenía este ruido y varios vecinos resultaban afectados.
“Nadie había llevado el proceso completo de quejarse y denunciar esta situación, pero yo decidí llevar todo el proceso y estas personas se dieron cuenta que tendrían consecuencias legales y le bajaron”, indicó.
Olivares compartió que esta es la primera acción del año, pero que vendrán más y que insistirán en la resolución de todas las denuncias.
Edición: Estefanía Cardeña