La salud es y será siempre una prioridad para las personas. Cuidarla supone de adquirir hábitos saludables en cuento a la alimentación, la actividad física y mantenerse alejadas de los vicios. Sin embargo, existen otros puntos que deben tomarse en cuenta y conocer en profundidad para saber de qué manera podemos evitarlas.
En esta oportunidad, nos centraremos en la abstinencia sexual y en cómo esta puede ocasionar ciertas consecuencias en nuestra salud. La idea es que, a través de datos científicos, podamos conocer qué significa la falta de sexo y cómo repercute en nuestra calidad de vida.
Abstinencia sexual y salud
La falta de sexo puede tratarse de algo derivado de alguna problemática de salud o por un simple acto voluntario. Esta puede ser temporal o de por vida y muchas veces tienen causas basadas en complejos, inexperiencia, cuestiones religiosas o por menopausia, entre otras. Sin embargo, es necesario entender que la abstinencia puede tener consecuencias para la salud y de eso te hablaremos a continuación.
La abstinencia sexual puede ocasionar consecuencias físicas significativas en las personas, además de también influir en su estadio emocional, según destaca Tara Suwinyattichaiporn, de la Universidad Estatal de California. La anatomía del pene y de la vagina podría cambiar en este proceso, afirma la experta en sexo y relaciones.
El Instituto Kinsey de Sexología, de Argentina, destaca que muchas personas pueden pasar periodos sin sexo, denominados de “sequía”, y que por lo general son producto de situaciones de estrés o ansiedad. En cuanto a sus consecuencias, te damos a conocer cuáles son las 8 principales, según estudios científicos.
Trastornos del sueño: existe un círculo vicioso ya que la falta de sexo dificulta el descanso, ocasionando estrés y este impide el sueño.
Estrés: la neuróloga Debra W. Soh señala que además de ser una consecuencia, el estrés también es una de las causas de la abstinencia sexual.
Aumento de la tensión arterial: tener sexo ayuda a distender el aparato circulatorio, bajando la tensión arterial. Cuando hay abstinencia, ocurre todo lo contrario, señalan datos publicados en la revista médica Biological Psicology.
Trastornos cognitivos: la falta de sexo ocasiona estrés crónico lo que, según la Universidad de Maryland, repercute negativamente en la memoria.
Enfermedades cardíacas: mantener relaciones sexuales con cierta regularidad disminuye las probabilidades de sufrir afecciones relacionadas con el corazón.
Desmotivación: la abstinencia prolongada podría ocasionar cáncer de próstata o disfunción eréctil. La masturbación es recomendable para evitar estos casos.
Depresión: la Universidad de Oregón remarca que la falta de sexo aumenta la insatisfacción, reduce la felicidad y dificulta la concentración en el trabajo.
Bajan las defensas: un estudio comprobó que mantener relaciones sexuales regularmente incrementa la inmunoglobina, un anticuerpo que nos protege de las enfermedades respiratorias.