La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) investiga los contratos que entregó al empresario tabasqueño Amílcar Olán, íntimo amigo de Andy y Gonzalo “Bobby” López Beltrán, hijos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Información entregada por la Sedena vía transparencia, señala que el Órgano Interno de Control (OIC) abrió el expediente administrativo de investigación número 2292/2024/CDAC/SEDENA/DE17 en el que está revisando la actuación de sus servidores públicos y todo lo relacionado con Amílcar Olán, figura clave de “El Clan”, la red de tráfico de influencias y negocios encabezada por los hijos del presidente.
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De esta forma, la Sedena confirma que el operador de Andy y Gonzalo López Beltrán sí tiene contratos con la dependencia y que su oficina encargada de combatir la corrupción ha encontrado razones suficientes para indagar estas adjudicaciones.
La investigación abierta por el OIC ha servido a la Sedena para evitar entregar cualquier información en la que aparece Amílcar Olán.
En respuesta a cinco solicitudes de transparencia realizadas por Latinus, el Ejército indicó que no entregaría los documentos relacionados con el amigo de los hijos del presidente, quien se volvió multimillonario en este sexenio, porque su comité de transparencia los clasificó como reservados por cinco años.
“Dar a conocer información que forma parte esencial en la investigación de probables responsabilidades administrativas de los servidores públicos, puede entorpecer la secuela procedimental de las investigaciones que realiza la autoridad administrativa”, indica la resolución del comité de transparencia de la Sedena fechada el pasado 28 de febrero.
El comité argumenta que difundir información donde aparece Amílcar vulnera la confidencialidad y secrecía de la investigación abierta por el OIC, ya que “el interés público de que se conozca la verdad histórica de las probables responsabilidades de los servidores públicos, es superior al de que en este momento se haga público, cuando aún no existe determinación o resolución de la investigación administrativa”.
Esta información que el Ejército no entregó y que fue solicitada por Latinus se refiere a todos los documentos firmados entre Amílcar Olán y la Sedena desde el 1 de diciembre de 2018, así como los contratos específicos por la compra de balasto y las adjudicaciones que los militares le dieron al amigo de Andy y Gonzalo López Beltrán en los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya.
En los últimos meses, Latinus ha publicado una serie de reportajes en los que se muestra la operación de “El Clan” en el sexenio de López Obrador y cómo esta red ganó miles de millones de pesos a través de contratos en el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, Pemex y la venta de medicinas a gobiernos de Morena.
Amílcar Olán ha tejido una red de corrupción con sobornos entregados a ingenieros militares de la Sedena que se encargan de la construcción de los tramos 5, 6 y 7 del Tren Maya, quienes compraron a “El Clan” miles de toneladas de balasto, que es la piedra que va debajo de las vías y le sirve de soporte al tren.
De acuerdo con una serie de audios en poder de Latinus, “El Clan” negoció con los ingenieros de la Sedena el precio del balasto y del flete, así como el dinero que se llevaron los militares involucrados en la compra de la piedra.
Además, los audios revelan que “El Clan” sobornó al laboratorio que debía certificar la calidad de miles de metros cúbicos de balasto entregados al Ejército.
Por Mario Gutiérrez Vega