Una mujer estadounidense, Kimberlee Singler, acusada de asesinar a sus dos hijos más pequeños en diciembre pasado en Colorado, ha declarado que Dios la obligó a cometer los crímenes, según reveló el fiscal Joel Smith en un tribunal de Londres. Los hechos fueron relatados por la hija mayor de Singler, de 11 años, quien sobrevivió al ataque y aseguró que su madre ignoró sus súplicas de clemencia, reportó el New York Post.
Singler enfrenta un proceso de extradición en el Tribunal de Magistrados de Westminster, donde su defensa argumenta que no debe ser enviada de regreso a Estados Unidos debido a las duras penas que podría enfrentar. Edward Fitzgerald, su abogado defensor, destacó que la cadena perpetua sin libertad condicional, que es una posibilidad en Colorado, violaría los derechos humanos europeos. Argumentó que una condena tan severa no ofrece oportunidad de rehabilitación.
Singler, de 36 años, está acusada de dos cargos de asesinato en primer grado por las muertes de sus hijos de 7 y 9 años, así como de intento de asesinato contra su hija mayor. Los hechos ocurrieron en el contexto de una disputa de custodia con su exesposo, Kevin Wentz, a quien se le había otorgado más tiempo con los niños
Los drogó antes de matarlos
El fiscal Joel Smith proporcionó detalles escalofriantes durante la audiencia, afirmando que Singler dio leche con medicamento a sus hijos antes de asesinarlos. La hija sobreviviente reveló que su madre le pidió mentir a la policía, sugiriendo inicialmente que un intruso había sido el responsable de los ataques. Las pruebas de ADN confirmaron la presencia de sangre de los niños y de Singler en las armas.
La audiencia fue aplazada hasta el 2 de diciembre para examinar nueva evidencia sobre la posibilidad de conmutación de penas en Colorado, mientras Singler permanece bajo custodia en el Reino Unido.
