El gobierno del Estado, encabezado por Rolando Zapata Bello, el mismo del slogan “Comprometido con tu bienestar” respondió a las exigencias del FUTV para afectar a los conductores de Uber, y lo hizo de la peor manera: con detenciones arbitrarias a cargo de la SSP.
Mientras por todos lados se reportan robos e inseguridad, sea en Mérida o en el interior del Estado, y mientras se escuchan voces sobre la llegada de sujetos que forman parte de la delincuencia organizada, a la SSP se le hace más fácil la cacería ilegal de conductores que dan un servicio de calidad y que el único riesgo que representan es para los taxistas que no han sabido ni querido modernizarse.
La “cacería” de los “agentes del orden” es ya burda y evidente. Apenas detectan a un chofer de Uber le piden que se detenga y, aunque parezca increíble, la remisión de los vehículos al corralón es por causas menores como no tener pegados el engomado y el holograma en el cristal, por el hecho de no tener a la mano la ley y el reglamento de tránsito, por carecer de un botiquín de primeros auxilios y por no tener extintor de fuego, entre otras cosas.
Como usted podrá notar, se trata de faltas en las que prácticamente el 100% de los conductores privados incurren, pero que sólo las aplican para los choferes de Uber. Faltas que en todo caso ameritarían una amonestación o en caso extremo una sanción, pero no la retención del vehículo.
Lo nefasto está en que los Tsurus que manejan los taxistas carecen de lo anteriormente mencionado y mucho más, ya que, además que son considerados los autos más inseguros hoy por hoy, además de que están muy traqueteados y a punto de desbaratarse, ni siquiera cuentan con bolsas de aire, pero de esto no se fijan los policías.
¿Entonces es o no es una cacería contra quienes trabajan para la plataforma Uber? Pareciera que ser hoy conductor de un servicio aceptado por la ciudadanía es un delito más grave que ser narcotraficante, porque en vez de ocupar su tiempo y su esfuerzo en detectar narcos que ya están en Mérida, prefieren afectar a quienes se ganan la vida de manera honrada.
De acuerdo con los reportes, los autos llevados por grúas de la SSP tienen un destino desconocido.
Otro dato muy importante, es que los agentes de la SSP han tenido el cuidado de retener a los choferes de Uber en el Periférico pues de esta manera evitan que ciudadanos graben los hechos y apoyen a los afectados.
Los choferes sancionados han acudido a pagar sus multas, pero al tratar de recuperar sus vehículos en la SSP les dicen que está bajo el resguardo de la Dirección de Transporte (DTEY) (lo cual no tendría que ser, porque fueron retenidos por la SSP, por una supuesta infracción al reglamento de vialidad, no por ser Uber), y cuando acuden a la DTEY se lavan las manos diciendo que no ellos hicieron la detención.
¿Es el compromiso con el bienestar de los meridanos? ¿Afectando un servicio que es de la satisfacción de los usuarios y condenando a éstos para que no tengan más remedio que pedir el servicio de los taxistas que de su suyo es pésimo e inseguro?
