Noticias de Yucatán.
Desde 2009, cuando el entonces presidente Felipe Calderón echo andar el proyecto del Tren Suburbano, y que actualmente conecta al norte de la Ciudad de México, en la estación Buenavista con la estación Cuautitlán, en el municipio del Estado de México, el gobierno federal no había invertido y completado otro plan ferroviario de pasajeros para el país.
Una de las principales razones para que el gobierno no invierta en este tipo de sistemas ferroviarios es el alto costo monetario que representa tanto para privados como para la hacienda pública su administración.
No obstante, para el actual gobierno este no ha sido un argumento de peso para empreder diversos proyectos en la materia a fin de concretar "el rescate de la industria férrea" en el país.
A poco más de un año de que concluya el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la red de transporte ferroviario de pasajeros tendrá un crecimiento exponencial con la puesta en marcha de tres sistemas: el Tren Maya, el Tren Interurbano México-Toluca, el ramal del Tren Suburbano de Lechería al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y la primera etapa del Corredor Interoceánico, que conectará los puertos de Coatzacoalcos, en Veracruz, con Salina Cruz, en Oaxaca.
Si todo marcha conforme a los tiempos estimados, el gobierno federal echará a andar el próximo año, el de la sucesión presidencial, alrededor de 3 mil kilómetros de vías férreas, siendo el Tren Maya, el que mayor presupuesto y extensión tendrían pues su longitud es de 1 mil 554 kilómetros y correrá por cinco estados del sur: Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Así como ha sido ambiosa la meta de rescatar la red de ferrocarriles de pasajeros, lo ha sido la asignación de recursos a estos sistemas de transportes.
En la última revisión echa al presupuesto asignado para esta obra por parte del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en mayo de este año, determinó que la inversión para esta obra es 2.4 veces mayor a la que López Obrador estimó en un principio, es decir, ronda ya en los 373 mil 699 millones de pesos.
Y es que de acuerdo con el Proyecto de Egresos de la Federación (PEF) para este año, la Hacienda pública destinó, para la conclusión del proyecto, 107 mil 544 millones de pesos, por lo que el presupuesto para el proyecto ferroviario emblema de esta administración ya habría rebasado con creces el presupuesto inicial proyecto que era de entre 120 mil y 150 mil millones de pesos.
Lo cierto es que a poco más de cinco meses de que sea inaugurado, el Tren Maya tiene un avance global de construcción de apenas un 60%; los tramos 5, 6 y 7, que han sido controvertidos por diversas afectaciones ambientales -en gran medida por tener su trazo en la selva y en medio de una extensa red de ríos subterráneos y cenotes- es de apenas el 20%.
Pese a esto, el presidente López Obrador ha afirmado que en septiembre se subirá al primer convoy del Tren Maya para realizar un recorrido de aproximadamente 90 kilómetros, de Izamal a Cancún, para demostrar que ha cumplido con su palabra de desarrollar al sureste mexicano a través del ferrocarril de pasajeros.
Un tren interminable
Si la construcción del Tren Maya ha supuesto un reto de construcción para este gobierno, que no busca heredar ninguna obra magna a otra administración, el Tren Interurbano México-Toluca ha rotó todos los récords de prespuesto y tiempo estimado de edificación.
Este sistema de tren suburbano, que está a pocos meses de acumular 10 años en construcción, ha sido un constante dolor de cabeza para la administración del presidente López Obrador, quien ha reconocido que la obra se proyectó con un presupuesto deficiente y con un pobre diseño de trazo que, por su complejidad geográfica y social, anticipan retrasos considerables en su edificación.
Este proyecto ferroviario, impulsado en el gobierno de Enrique Peña Nieto, presupuestó una bolsa de 38 mil 608 millones de pesos, y fue "inaugurada" por el entonces presidente unos meses antes de concluir su gobierno en 2018. No obstante, el tren nunca estuvo en condiciones de operar.
Hacia 2023, el Tren Interurbano México-Toluca ya se "comió" 110 mil 709 millones de pesos de prespuesto y cuenta con un avance global del 84%.
Sin embargo, en poco más de un mes de que concluya el gobierno del priista Alejandro del Mazo, en el Estado de México, se pondrá en operación la primera etapa de este proyecto, de 19 kilómetros, que correrá de Zinancatepec a Lerma. El proyecto entero, hasta la Ciudad de México, tiene una longitud de 57 kilómetros.
De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), la obra tiene que ser completada en la obra civil y electromecánica hacia finales de este año a fin de que durante el primer trimestre de 2024 se realicen las pruebas preoperativas y en marzo de 2024 pueda abrir sus puertas al público.
El Tren Interurbano cruzará seis municipios: Zinacantepec, Toluca, Metepec, San Mateo Atenco, Lerma y Ocoyoacac; en la Ciudad de México pasará por las alcaldías de Cuajimalpa de Morelos y Álvaro Obregón y movilizará en promedio a 230 mil pasajeros diarios.
La conectividad férrea al AIFA... ¿pronto?
Un punto toral para el desarrollo del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) es que pueda movilizar usuarios de manera masiva a través de un sistema ferroviario que conecte a la Ciudad de México con la terminal aérea en el Estado de México.
Aunque en un principio el gobierno federal proyecto que el ramal del Tren Suburbano de Lechería al AIFA estuviera en operaciones hacia finales de 2022, año en el que la terminal áerea fue inaugurada, esta promesa se ha postergado en varias ocasiones, por falta de prepuesto y logística, a tal grado que ahora será hasta agosto del próximo año cuando comience a dar servicio, es decir, al menos dos años después de la apertura del AIFA.
Para la ampliación del Tren Suburbano al AIFA, el gobierno federal proyectó una inversión mixta de 25 mil 800 millones de pesos junto con la empresa concesionaria Ferrocarriles Suburbanos, integrada por CAF, Omnitren y Fonadin. De este volumen de inversión, 15 mil 192 millones de pesos serán aportados para el concesionario. La aportación del concesionario está estructurada con 20% de capital de riesgo, el 67% en crédito y el 13% restante como aportación del Fonadin.
Apenas en febrero de este año, el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras) inyectó 5 mil millones de pesos para este proyecto a través de un crédito del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) con lo que se llegó a un ejercicio presupuestal de 7 mil millones de pesos.
Además de un lento flujo de recursos para su construcción, el Tren Suburbano al AIFA ha experimentado problemas con el derecho de vía con habitantes de Tultepec, Tultitlán y Nextlalpan, quienes se oponen a la construcción de este proyecto por los cortes a la conectividad de diversas colonias que significaría su construcción.
A principios de este año, Manuel Gómez Parra, director general de Desarrollo Ferroviario y Multimodal de la SICT, alertó que la obra podría no concluirse en los plazos estimados debido a las constantes interrupciones de vecinos inconformes con la obra y con la expropiación de terrenos.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuatepec, otro de los proyectos emblema del presidente López Obrador, es una apuesta económica y comercial pero que también busca irrumpir como un medio de transporte para movilizar a la población de Chiapas, Oaxaca y Veracruz.
La vía del tren del Istmo tenía como plazo inaugurarse a finales del año pasado, con lo que se echaría a andar el ferrocarril de pasajeros y carga entre ambos puertos, no obstante, será en septiembre de este año cuando se concluyan los trabajos en la vía. Con este obra, analistas del sector privado estima que se movilicen hasta 1.4 millones de contenedores anualmente.
Así lo informó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la supervisión de trabajos de modernización del Puerto de Coatzacoalcos, obras que forman parte de la integración del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT).
Esta obra conectará los puertos de Salina Cruz, en Oaxaca, con Coatzacoalcos, en Veracruz, en una franja de 303 kilómetros de longitud que contará con dos puertos de altura, ferrocarril, carreteras, tres aeropuertos, Minatitlán, Ixtepec y Huatulco, así como un gasoducto y una red de fibra óptica.
Para este proyecto, el gobierno federal ha estimado una inversión que ronda en los 20 mil millones de pesos, de los cuales 3 mil millones de pesos se han dirigido a la rehabilitación de 201 kilómetros de vía férrea de 400 que comprende todo el proyecto.
Se anticipa que el tren de pasajeros del Istmo tenga una velocidad de 100 kilómetros por hora con dos estaciones terminales y nueve intermedias.
El ferrocarril del Istmo era el único transporte terrestre de la zona pero dejó de cargar pasajeros cuando el presidente Ernesto Zedillo privatizó Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales) en 1995.
En el tintero: tren México-Querétaro
Hace unas semanas, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que pactó con la empresa ferroviaria Kansas City Southern (KCS) la elaboración del proyecto ejecutivo para la construcción del tren de pasajeros México-Querétaro a fin de aliviar la congestión de la autopista.
El mandatario federal explicó que dicho ferrocarril utilizaría la misma línea férrea que ocupa KCS para el transporte de carga por lo que de realizarse la obra se modernizaría la vía.
“Dar a conocer que ya se estableció un convenio con la empresa Kansas City para empezar a elaborar el proyecto par la construcción del tren de pasajeros desde Querétaro. Hace 15 o 20 días se firmó un convenio en el que la empresa de se comprometió a hacer el proyecto, la viabilidad de un tren de pasajeros.
Desde octubre de 2020, el gobierno de México y la iniciativa privada firmaron un acuerdo que contemplaba 32 proyectos de infraestructura con una inversión de más de 259 mil millones de pesos, entre los que destacó la construcción del tren México-Querétaro.
En aquel entonces, el gobierno federal estimó que el tren México-Querétaro tendría una inversión de poco más de 51 mil millones de pesos y se tenía prevista el inicio de su construcción en junio de 2021, sin embargo, esto no ocurrió.