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La noche del sábado 30 de noviembre, ocurrió un tiroteo en Apaseo El Grande, Guanajuato, que dejó un saldo de nueve personas muertas, entre ellas dos bomberos y un paramédico.
El ataque ocurrió en la zona conocida como “El Trébol”, donde Fernando Ulises Ramírez Vázquez, un joven bombero de 26 años, fue asesinado a balazos mientras compraba cervezas para celebrar el pase de su equipo, Cruz Azul, a las semifinales de la Liguilla.
Una celebración que terminó en tragedia
Fernando había terminado su turno en la planta Toyota en Apaseo El Grande, Guanajuato, y planeaba celebrar el triunfo del Cruz Azul en la Liguilla del fútbol mexicano, reportó Reforma.
Alrededor de las 19:00 horas, salió de su trabajo y se dirigió a “El Trébol”, una zona comercial conocida por la venta de cervezas y cajeta.
Sin embargo, esa noche, un grupo armado desató una masacre que cobró su vida y la de otras ocho personas.
Cerca de las 21:00 horas, un comando armado arribó al lugar en un vehículo blanco y abrió fuego contra los presentes. Según las autoridades, se encontraron al menos 50 casquillos percutidos en la zona, lo que refleja la intensidad del ataque.
Entre las víctimas, además de Fernando Ulises, se encontraban Alejandro Ortega, otro bombero, y Ricardo Eduardo López Ortega, un paramédico del Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato (SUEG). Ambos estaban disfrutando de su día de descanso.
“No tenía relación con nadie ahí”
El tío de Fernando, quien prefirió el anonimato, compartió que su sobrino había salido a comprar cervezas para festejar el pase de su equipo favorito.
“Dejó a una hija de 6 años y a su esposa, de 26 años de edad. No tenía relación con los que estaban en el puesto; lamentablemente, dijo que ya iba casa, que había salido de trabajar y que iba a festejar el pase de Cruz Azul”, relató por vía telefónica.
La familia de Fernando tuvo que trasladarse más de 100 kilómetros hasta Guanajuato capital para reclamar su cuerpo en el Servicio Médico Forense.
En medio del dolor, su tío hizo un llamado a las autoridades:
“Pido nada más que investiguen, que realmente vean qué fue lo que pasó; a las personas que cometieron este acto que Dios los perdone, porque estas víctimas no le hacían daño a nadie”, dijo.
El mismo fin de semana, Guanajuato vivió una escalada de violencia:
En Apaseo El Grande, horas después del ataque en “El Trébol”, una persona murió y otras cinco resultaron heridas en un campo de béisbol en la comunidad de Caleras de Amexhe.
La región Laja-Bajío, donde se encuentra Apaseo El Grande, es un territorio en constante disputa entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima.
Aunque aún no hay confirmación oficial, este contexto violento podría ser clave para entender los hechos.
Respuesta institucional y solidaridad
Cuerpos policiales, el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional acudieron al lugar del ataque para asegurar la zona y buscar a los responsables. Hasta el momento, no se ha reportado ninguna detención.
Mientras tanto, la comunidad de bomberos y el SUEG expresaron su dolor en redes sociales.
“Nos duele profundamente la pérdida de nuestros compañeros. Su dedicación y servicio a la comunidad serán siempre recordados”, escribió la corporación.
