Sólo buenos recuerdos

19 agosto 2010
Noticias de Yucatán
(retroceso, ineficiencia, compromisos no cumplidos)

Quejas en Tzacalá porque ya no llegan apoyos municipales
19/08/2010

Al llegar a San Antonio Tzacalá, la última subcomisaría en el sur de Mérida, lo primero que se aprecia es lo que alguna vez fue la hacienda henequenera que está en el abandono, pero la maleza y la basura la han convertido en guarida de malvivientes.

El lugar conserva la fachada y la casa de máquinas con rostro de arcos de medio punto, además de la chimenea de caldera.

Sus habitantes aún recuerdan que ese lugar fue muy importante y que incluso llegaba gente del interior del Estado exclusivamente para trabajar el henequén, pero de eso hoy sólo quedan recuerdos.

“Aquí no hay trabajo y los que estamos nos dedicamos a la cría de animales en los patios de las casas, como gallinas, pavos, cerdos, borregos, y muchos van a leñar”, dijo Albertino Chan Narváez, quien cuidaba unos borregos que pastaban en la explanada de la ex hacienda.

En esa población marginada hace apenas un par de años se construyó la red de agua potable. Además se realizaron trabajos de ampliación y recalibración de la energía eléctrica del tramo San José Tzal-Petac-Tzacalá.

Sus habitantes tenían los servicios públicos, así como las visitas de los módulos médicos, la entrega de despensas mensuales a domicilio para las personas de la tercera edad y la beca a los estudiantes en situación vulnerable, pero todo eso ha cambiado desde que asumió el cargo Angélica Araujo Lara, quien ni siquiera los ha visitado.

“Ya sabemos que estamos muy lejos de Mérida, pero existimos y también tenemos problemas como en otras comisarías. No deberían hacernos de menos”, dijo Teresa Nájera Méndez, quien se quejó de la falta de alumbrado público en la calle 18.

“El comisario Francisco de Asís Be Sulú ya nos dijo que solicitó al Ayuntamiento que fumiguen porque hay muchos moscos, pero le dijeron que no pueden venir porque no hay dinero para comprar el líquido que mata a los moscos”, se quejó Florentino Baas, otro de los poco más de 650 habitantes de Tzacalá.

Y ésa no es la única queja de los pobladores, pues algunas personas de la tercera edad dicen que el DIF Municipal ya no lleva el programa “Llego a ti”, mediante el cual personas voluntarias les llevaban despensas hasta sus domicilios.

“Ahora hay que viajar a Mérida y con todos los achaques que tenemos es difícil y hay que desembolsar el dinero de los camiones. La entrega de despensas ya es un problema”, comentó Rosa Anita Chap, de 72 años, quien es rezadora y no tiene un ingreso fijo.

Las becas escolares también se han convertido en un inconveniente para las amas de casa, pues aunque el Ayuntamiento ofreció becas para el próximo curso escolar, algunos estudiantes de esa comisaría se quedaron sin ese apoyo ya que la escuela no les entregó sus documentos.

“Estoy muy preocupada porque esta vez a mi hijo no le va a tocar ninguna beca, porque a pesar de que estaba en la anterior lista no se la van a renovar porque no pude reunir sus papeles, ya que los tiene el maestro. No es justo, todos los niños y adultos de aquí deben seguir con el apoyo que nos daban”, se lamentó Rosa Elena Valencia.

Otros pobladores piden que los servicios públicos que recibían y mantenían la comisaría limpia y cuidada continúen.
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